20191113

Nueva crónica del reino - dieciochoavo episodio







Víspera de la partida. Distraído, miro las nubes peregrinas, la luz terrosa o harinosa, el cielo como de lata. Hoy por fin logro recuperar cien ejemplares de mi novela Rioseco, editada por el Fondo Editorial de Nuevo Chimbote, cuyo laudable objetivo es difundir el libro y la lectura en las instituciones educativas y la población, priorizando a los niños, adolescentes y jovenes. Esta obra, tercera y última de la Trilogía del Puerto (Leyenda del Padre, Cartografía del Reino, Rioseco), se la debo a Kiupa, que me pasó la bocina para la convocatoria, y al coronel Méndez, nuestro pata Telly de la antigüedad clásica, que me dio el apoyo logístico, hasta hoy se los agradezco, chau Kiupa le digo, me despides de Telly, me despides de Valentino, me despides de tu mamá, me despides de Bufón qué lástima no pude verlo, mañana nos vamos, me saludas a los muchachos de la Promo, ¿a qué hora sale el bus? A las once digo, yo voy a despedirlos dice, un abrazote, y ya. Como todo cambia, también ha cambiado Miramar. Echo un vistazo, me acuerdo del Bar los Compadres, me acuerdo de mi primera juventud, de mis patas de entonces, me acuerdo de don José, el mítico Chino Tamalero, ahora en retiro, siempre gran señor en la flor de sus ochenta , su esposa falleció en un accidente, pobrecita, su hija Gloria falleció, pobrecita, ¿y qué será de Richard? ¿Y qué será de Pato? Y el menor, ¿cómo se llama? « Pato está en Barcelona » dice Kiupa « don José está plantadazo, siempre bien vestido, siempre gran señor, perfumado con perfumes caros que desde Barcelona le manda Pato, y biblia en mano, se volvió creyente desde que falleció su esposa » « ¿Y los poetas de Isla Blanca, Gonzalo, Dante, Ricardo ¿los ves? » digo « he mandado el segundo volumen de la Trilogía, y nada, al menos por ahora. Aunque puede ser algo administrativo. A mi entender, los poetas no son responsables, ¡pero pueden pitear! Por ejemplo, yo no he nacido en Chimbote, el premio edición es sólo para los chimbotanos de nacimiento, sinceramente, al menos en lo que me concierne y seguramente a otros, me parece injusto, pero la administración… ¡O sea que ahora no soy chimbotano! ¡Yo! ¡El hijo del poeta Miguel Rodríguez Paz, el fundador de la Casa de la Cultura! ¡Miguel Rodríguez Paz, el fundador del grupo Isla Blanca con  Oscar Colchado, Víctor Hugo Romero, Wilfredo Cornejo y Pietro Luna! ¡La administración me ha quitado la nacionalidad chimbotana! ¡O de pronto son olvidadizos! ¡O no saben de mi existencia! ¡Que no olviden a don Demetrio Ramos Rau, el otro fundador, exilado en Trujillo precisamente!... De la noción de país, la noción de departamento, luego la noción de ciudad, luego la noción de calle, luego la noción de esquina, luego la noción de casa… En verdad, gracias al arte, ejecutamos el movimiento inverso, de la casa a la calle, de la calle al barrio, del barrio a la ciudad, de la ciudad al país, del país al continente, del continente al mundo, es decir, del átomo al universo, se cierra el expediente, mi querido Kiupa.
      Poco antes de ir al terrapuerto, me acuerdo o mejor dicho veo las buganvilias fucsias en el restaurante turístico Mi Ranchito, antiguo restaurante Los Pinos, aunque no sabría decir por qué y no importa… La verdad, sigo viendo esas buganvilias ahora que Curry pone el motor en movimiento… ¡Mira quién está allí, Curry! dice, y en eso veo y reconozco de inmediato a mi pata de la patria verdadera, la infancia, Máximo Casanova Alfaro… ¡Qué increíble! ¡Otra coincidencia entre la maraña infinita de coincidencias! ¡Venga ese abrazote, Máximo!... En una vida anterior, hemos sido enanos de Blancanieves en el Colegio Raimondi, hoy rasguñamos los sesenta aunque no parezca… Con tremenda sonrisa me cuenta que tiene hijos, está contento y emocionado como yo, que le va bien, que es un gustazo, saco un libro de donde sea y se lo dedico, chau Máximo, su sonrisa es sincera, fresca, saludable, y yo me acuerdo que una vez, en viaje anterior al Reino, esta noche de año nuevo 2008 2009 estamos en la tremenda fiesta del Country Club de Buenos Aires, Máximo no me reconoce, ¿tú eres Miguel Rodríguez? me pregunta y yo me siento famoso, Máximo es el máximo seductor de nuestra generación, es como un planeta brillante en el sistema solar de nuestra envidia púber, de nuestra envidia adolescente, sale con las chicas más lindas, con las más codiciadas, me acuerdo que en este fiestón también están presentes Panchito, Caliche Morales que ahora vive en los Estados Unidos, el señor Lemoine… Esa noche yo la seguí con Caliche, terminamos al amanecer en el jirón Tangay de la segunda etapa, ahora le digo ¡Chau, Máximo! ¡Chau Miguel Durris! dice y nos damos otro abrazote ¡Buen viaje! ¡Y gracias por el libro! ¡Sigue escribiendo! ¡Que te vaya siempre bien! ¡Igualmente, Máximo!
      De nuevo a Lima en la constelación de buses espaciales Cruz del Sur. Al amanecer, Lima tragada por la niebla, luego neblina, luego vapor que poco a poco se disuelve hasta desaparecer. Boconcita está simplemente cansada, yo me siento como drogado, pero apenas veo a Joel en el Terminal se me pasa, un abrazote, gracias Joelazo, ya estamos otra vez en el Sol de la Molina, luego el ritual del desayuno con su respectivos tamales, podemos elegir, los rellenos con chancho, o los rellenos con llopo… Aquí, la memoria cronológica de los acontecimientos tropieza con mi carnet de notas… Ya conté el encuentro con José Antonio de Caracas, ahora veo que ocurre el día de hoy, seis de enero del 2019, después de haber comprado guanábanas, mangos, maracuyá, lúcuma y chirimoya, pero no importa, estoy haciendo literatura sin querer, es un simple movimiento, antes de la construcción de la papa a la huancaína, antes de la visión del cactus San Pedro con flores blancas, la extensión de cerros calvos como telón de fondo, el siete de enero.
      Hoy, siempre gracias a Joel nombre de profeta, el profeta Joel escribe cuatro páginas del antiguo testamento y ya, lo bueno y breve, dos veces bueno, ah, los nombres, con mi primazo Joel en carne y hueso visitamos el museo del oro en Monterrico. Yo, impresionado como un niño ante tanta maravilla, admiro las momias sentadas, acuclilladas o acostadas, de ellas imagino emanaciones sutiles de belleza y de fuerza… Obviamente, preponderancia del oro, Boconcita muy admirativa toma fotos y fotos, la atmósfera es como aterciopelada, luces atenuadas, semipenumbra, un ambiente de templo antiguo pienso, réplicas de guerreros, ciudadelas en miniatura, telares, el oro debió ser un material místico para los ancestros, algo asimiliado a sus divinidades, y la plata igual, el oro asimilado al sol, la plata asimilada a la luna, alianza con otros metales, el cobre por ejemplo, estilo Lambayeque, estilo Chincha, estilo Wari, oro del sol, plata de la luna, cobre de la Tierra, en cada realización de los ancestros siento algo planetario, luego solar, luego galáctico, luego cósmico, cultura inca, estilo Recuay, estilo Chimú, cuarzo rosado y ahumado, maderas preciosas, piedras preciosas, turqueza, cristal de roca, estilo Nievería, estilo Vicús, amatistas, lapisazuli, esmeraldas en las tinieblas, estilo Huaura, estilo Moche, estilo Chiribaya, estilo Cajamarca, doy media vuelta mientras ella toma fotos, regreso hacia la magnificencia imputrescible de las momias, ahora nácar, ahora perlas, ahora crisocola, estilo Nazca, estilo Chancay, cultura Tiahuanaco, cultura Sicán, topacios místicos en el museo del oro, jade en el museo del oro, obsidiana en el museo del oro, apagados resplandores de cinabrio, el cinabrio es sulfuro de mercurio, un mineral color bermellón frecuentemente utilizado por los artistas ancestros para pintar el oro, o sea para pintar la piel del sol, terracota, hueso, textiles, ahora veo brillar al cuchillo Tumi en las tinieblas del museo del oro… ¡El Tumi sacrificial! ¡El dios Naylamp!... ¿Es Naylamp un dios o una divinidad primordial? ¿Qué diferencia hay entre un dios y una divinidad primordial, según los ancestros? Abordaremos este tema, como abordar un barco, en otra conferencia, queridos amigos televidentes, el tema es vasto, de pronto inagotable, los ancestros eran unos genios de su espacio y de su tiempo, eran unos genios simplemente, eso explica su buena y respetuosa relación con nuestro planeta, seguramente con los otros planetas, los astros y  el cosmos, buenas noches… Salimos como enceguecidos, pero iluminados, del museo del oro.
      Al día siguiente, visita al mercado Inka de Miraflores, y después super banquete en el chifa Joy Loy de la Molina… ¡Platillos al vapor! ¡Wantán frito con salsa agridulce! ¡Gallina ti pa kay! ¡Chancho con tamarindo! ¡Un cerro de arroz chaufa! ¿Aeropuerto? ¿Y eso? Señorita le pregunto a la bonita moza veneca, ¿qué es o en qué consiste ese plato llamado aeropuerto?... Hábilmente, sin responder sino con una sonrisa, mira hacia adelante, mira hacia atrás, ¿le traigo otra cerveza, señor? ¡Por supuesto! digo, y cuando regresa con la chela ya tiene la información, aeropuerto es un combinado de arroz chaufa, tallarín saltado y frejolito chino, dice, también servido en forma del Morro de Arica, pienso… Hay en este lapso de Cronos otra visita al hipódromo de Monterrico, otra visita a la tía Aurora, ¿y Angie, está arriba? ¡No pudimos verla!... Ya nos vamos digo, y mientras la tía colorea mandalas me cuenta fragmentos de la novela de su vida en la selva, el tío Nico cada vez más delicadito, salimos… Al salir, de golpe me doy cuenta de la pérdida total de contacto con el mundo de allá, con el otro Reino, Boconcita esta noche me lo recuerda y de nuevo aparece mi gato, de nuevo aparece mi suegra, de nuevo aparece mi tía, de nuevo aparecen los bosques de Lambesc, el romero, el tomillo, la salvia, los faisanes, los jabalíes, las liebres… ¿Y el ocho de enero? Una sublime carapulcra preparada con amor en el Sol de la Molina, aquí estamos, con Joelazo, con Doris, con Elba, manchones de grisura en los cielos, preparación de maletas intercontinentales, siesta, ya es de noche, el afecto de las despedidas, de nuevo al aeropuerto, Doris viene con nosotros, mil gracias por todo, ¡hasta la próxima! ¡Perú campeón!
      De nuevo  bordo de esta nave que flota y vuela en el espacio sideral, el palomón de aluminio Air France, las alas abiertas al este y al oeste, la cola sigue mirando el océano Pacífico, el pico apunta a Amsterdam… En este momento sobrevolamos el mar del Norte rumbo a Holanda del fútbol, de los tulipanes, de Spinoza, de Sylvia Kristel, y como mirándome a mí mismo, como si mi aura hubiera abandonado mi cuerpo, me veo, la cámara está pegada al techo del avión, mi aura desde allí me filma, este viaje me ha servido para darme cuenta, y para seguir dándome cuenta de tantas cosas, y así sucesivamente, espero… Por ejemplo, en este quehacer literario que tanto engrasa al ego, debo atenerme a lo que le dije al mozo poeta veneco, extirpar la grandilocuencia, extirpar la literatura, extirpar hasta la extirpación, la vida de cada quien es la materia prima… ¡Eran consejos para mí!... Aceptar absolutamente todo lo que arrastra el río de la vida, no dárselas de bacán, son manotazos del ego, el único combate que nos concierne es el de cada día contra nosotros mismos, después de los penúltimos acontecimientos me doy cuenta que he perdido un montón de plumas, pero aquí estoy… ¡Mala yerba nunca muere! ¡Salud por eso, amigos de siempre, amigos del no-tiempo! Con las letras que más convengan a mi expresión musical, con la 29 o 30 letras del alfabeto español que me ha tocado en suerte, seguiré produciendo lo que siento como belleza, le digo a mi gato, telepáticamente, al llegar al castillo de Lambesc… Ahora me parece ver eso que llamamos el mundo con otros ojos, es una super visión, pero volcada hacia adentro, es una visión que incluye la bruma y la niebla, de pronto una ráfaga de luz, claroscuros, sombra por momentos, de pronto luz a chorros, entonces de nuevo veo la piel de la patria, toco la carne de la patria, oigo la entraña conmovedora de la patria, me veo, me toco y me oigo, en verdad esta aventura terrestre es una belleza y un altísimo privilegio, sigo pensando en la capacidad de amabilidad, en la capacidad de simpatía, en la capacidad de gentileza, en la capacidad de amistad, en la capacidad de risa, en la capacidad de generosidad, en la capacidad de afecto, en la capacidad de calor humano, en la capacidad de capacidades, en el capax dei que sentí allá, en el Reino, todo lo contrario también existe… ¡Pero no lo vi ni sentí !… ¿O será que estoy idealizando? ¡No se excluye la posibilidad! « ¿Dónde estuvieron? ¿Por qué me abandonaron? » me pregunta mi gato reclamón… Y mientras las chicas hablan en la cocina, yo salgo solapa al jardín, copa de vino en mano, miro y admiro la noche y las estrellas brillando.






LA CASA DE LA CULTURA DE CHIMBOTE


Fue fundada el 26 de julio de 1965 de la era oficial, año 77 de la nueva era, por idea e iniciativa motor del poeta Miguel Rodríguez Paz. Los otros dos fundadores fueron el doctor Gilberto Salinas Salvatierra y el profesor Demetrio Ramos Rau… Saludos desde los océanos, afectos desde los océanos, amor desde la eternidad de la espuma  y desde la cresta  chispeante de la ola para ellos, en este mundo y en el otro, que en realidad es el mismo, y también para R. M Catalina, R. M. Martina, José Gutiérrez Blas, José Reyes Carranza, Carlos Enrique Gonzáles (¡el famoso Cupeta!), Juan Pérez Gambini, Octavio Lecca Valverde, Carlos Linares Briceño, Félix Kodaka, Ismael Fournier Bolovich, Eduardo Miranda Farfán, Guillermo Villafana, Abraham Collantes, Carlos Poemape , Luis Baca Pérez, Juan Ramírez Chávez, Félix Carrillo Cisneros, Franz Suárez Puelles, Alfredo López Aguilar, Manuel Bazán Medina, Elio Pimentel Benítez… Por cultura aquí se entiende lo relativo al amor a la poesía, la literatura, las bellas artes y las humanidades, en su etimolgía latina « cultus » significa « cultivo » o « cultivado », exactamente como los terrenos y las tierras cultivables… Pues bien, la Casa de la Cultura funciona como una estructura orgánica, similar a la de Trujillo, la primera en su género, de la cual se inspira. La pronta edición de la revista « Cultura » se convierte en el libro Chimbote a través de la historia, autoría compartida de Demetrio Ramos Rau y José Gutiérrez Blas… En un período de represión fueron detenidos y encarcelados el director, Miguel Rodríguez Paz y dos asociados, Jorge Barreto y Cupertino Foronda, los tres abogados de profesión y poseedores, en sus triples bibliotecas de derecho, humanidades y política, de las obras completas, de Vladimir Ilich Ulianov Lenin, de Karl Marx y Friedrich Engels, de los Manifiestos del Partido Comunista e incluso, como en el caso de mi viejo, de las obras de Mao Tsé Tung, y de decenas y de pronto centenas de ejemplares de la revista Sputnik, equivalente de la Reader’s Digest del bloque soviético… Por eso, al pasar por el estudio del juez don Leoncio Valderrama, allá en el Barrio Uno, allá en la calle Guillermo Moore, el secretario don Mauro me gritaba feliz… ¡Rabanito! cuando aquel niño que fui pasaba por allí con mi pata rumbo al mercado… Debido a este izquierdismo, las autoridades del puerto se abstienen de participar en la ceremonia inagural… En cambio, asisten dos personalidades de Trujillo, el prefecto Thelmo Hoyle de los Ríos, el catedrático de la universidad de Trujillo Hernán Rojas Rengifo, y otros… A partir de 1969 se produce una diáspora o dispersión… Precisamente, los integrantes se dispersan, emigran a Lima o al extranjero, asumen otras actividades, otras vocaciones… Demetrio se afilia a un partido político de izquierda, asume la dirección de un sindicato de profesores y se traslada a Trujillo, donde actualmente reside… Siempre me acuerdo de los periodistas José Gutiérrez Blas y José Reyes Carranza, me escribe, en fin, el río de la vida, algunos ya son fallecidos, otros no sé qué rumbo tomaron, un fuerte abrazo, Miguelito, qué increíble, qué historia, qué grandes acontecimientos en el puerto en la época dorada, « los interesados en historias similares pueden leer el cuento El Congreso de Jorge Luis Borges », pienso.
      Este trabajo cariñoso es dedicado a todos los integrantes pasados, presentes y futuros de la Casa de la Cultura del puerto. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.


                                                                            Lambesc, noviembre del 2019