20200412

DIONYSOS PATER LIBER (Sexta vértebra)

                     [El triunfo de Baco, Velásquez]








En el hotel, una última chela Alpha, conversación con el gran Tiberio, hablamos del equipo de Francia, del equipo de Grecia, del equipo de Rumania, de nuevo de Perú campeón, yo hago un gran elogio del super equipo rumano del Mundial U.S.A 1994, cuando tumbaron de entrada a Colombia que se presentaba como equipo favorito según el rey Pelé, después del cinco a cero contra Argentina en el Monumental, Petresco, Popescu, Dumitrescu, Raducioiu, ese sí era un equipazo digo, Hagi el Maradona de los Cárpatos director de orquesta, la especialidad era el contragolpe, y también tumbaron al argentino equipo la última vez que vimos a Maradona, qué golazo contra Grecia, después lo controlaron positivo y se acabó, sí, dice Tiberio, ¡pero yo siempre me acuerdo de la selección peruana de 1970! ¡Camiseta blanca cruzada con franja roja!... De esto hablamos y me doy cuenta que hablamos del pasado remoto, hago un elogio al actual Perú campeón y al gran Gareca, algo hablamos del último Mundial de Rusia, pero Tiberio se acuerda de Cubillas, de Sotil, de Gallardo, es increíble pero sabe de memoria varios de los once nombres, ahora me los recita, son los nombres de Perú campeón, Rubiños, Gonzáles, Orlando la Torre, Nicolás Fuentes, Chumpitaz, Challe, Mifflin, Cubillas, Perico León, me saco el sombrero Tiberio de Rumania… Bonne nuit, mon ami! digo y subimos al Monte Morfeo, Tiberio se acuerda como si fuera ayer de Sotil, Cubillas, Gallardo y Perico León.
      La sed me despierta tipo cuatro, agua helada, agarro el smartphone de Boconcita que duerme a pierna suelta, repito la operación del día anterior, de la noche anterior, el dios Google, la diosa Wikipedia, he dormido de corrido cinco bellas horas, allá, en el castillo de Lambesc mi gato despierta a su portero a la dos, a las tres, a las cuatro, según su antojo u afán de micción, clico en la entrada sátiros… ¡Los sátiros ! Divinidades de los bosques y montañas, mitad hombre, mitada macho cabrío, son los compañeros que nunca faltan en el cortejo de Dionysos Pater Liber, pasan lo esencial de su tiempo persiguiendo y amando ninfas, siempre bebiendo, siempre bailando, tocando la flauta o el cuerno… Como « Sileno » está en caracteres rojos, allí clico y aparece Sileno, es un viejo sátiro gordo, descuidado, siempre borracho, irresistible con las ninfas, con gran reputación de sabio, sigue el cortejo de su alumno y protegido Dionysos montado en un burro, contando chistes y riendo… ¡Sileno es el gran Charles Bukowski! ¡O mejor dicho viceversa! ¡Maravilloso, admirado e inefable Bukowski! Clico rápido… Heinrich Karl Bukowski, ¿de origen polaco?... Nace el 16 de agosto de 1920 en Andermarch, Alemania, y fallece el nueve de marzo de 1994, poco antes del Mundial en U.S.A, en San Pedro Peninsula Hospital, en la santa tierra de California, territorio liberado y terapéutico…

Henry Charles Bukowski Jr.

Hank

D’ont try

1920-1994

Vuelvo a clicar en « Sileno », es el preceptor y padre adoptivo de Dionysos… El irresistible Sileno, barajando sus múltiples amoríos, tiene una gran aventura con una ninfa hamadríada, de cuya unión nace Pholos, un magnífico centauro que se caracteriza por su benevolencia y su sentido de la hospitalidad, el gran Sileno es hijo del dios Pan con una ninfa, o si no, según otra tradición, es hijo de Hermes, o sea tío de Dionysos Pater Liber, el hermanito menor… Clico en « hamadríada », ninfa de los árboles, de las raíces, de las cortezas, Wikipedia no dispone de mucha información, son ninfas fieles a un sólo árbol, si éste muere, ellas también… Vuelvo a clicar en Orfeo… ¡Ah! ¡La historia que sabemos en la tribuna de Occidente!... Orfeo, músico genial, es conocido sobre todo por su desgraciado matrimonio con la bella ninfa Eurídice… Después del matri, Eurídice, paseando feliz por el bosque, es mordida por una víbora y muere… Loco de dolor, Orfeo decide bajar a los Infiernos, algo que ningún mortal, antes, trató de hacer, para traerla de nuevo a la vida de la superficie terrestre… Hades, el monarca de los Infiernos, es hermano de Zeus, o sea tío abuelo suyo, ¡Querido sobrino! ¡Qué música tan hermosa! ¿Quieres a tu Eurídice? ¡Puedes llevártela! ¡Te autorizo a que te la lleves! ¡Pero en el camino no te vuelvas hacia atrás para verla! ¡Sólo podrás mirarla y admirarla en la superficie terrestre!... Así avanzan por desfiladeros en el interior de la Tierra rumbo a la luz, Orfeo ve la luz, se da vuelta por instinto, Eurídice desaparece para siempre, bueno, hasta este instante en que la resuscitamos… Aquí, el aficionado a la ópera puede escuchar Orfeo y Eurídice, de Gluck… Orfeo errante, casi enloquecido, sigue tocando su lira… De una tropa o farándula que viene de Tracia acompañando a Dionysos Pater Liber, surgen unas ménades enloquecidas, borrachas, que lo matan y devoran, todo salvo la cabeza, que arrojan al río Hebros, y la cabeza sigue llamando a Eurídice, llega a las costas de la isla de Lesbos, donde las Musas, enternecidas, la entierran… « Qu’est-ce que tu fais, chéri ? Viens s’il te plaît » Y yo voy hacia ella. Son las seis menos cuarto del día tres del amanecer en Atenas. Y mi carnet Moleskine se sigue hinchando.
      ¡Día tres en Grecia!... Preparativos para el ascenso u / o subida a la Akrópolis, vamos caminando, desayunito con café y croissants en la esquina frente a la Plaza Monistikari, las murallas de la Akrópolis, masa verde dorada, cedros y cipreses, sol radiante, treinta grados centigrados, y el planeta sigue dando vueltas, ah, la Akrópolis, la ciudad alta, parte de las ciudades antiguas situada sobre una eminencia fortificada por la diosa Natura, y por el arte arquitectonico, y que constituye el principal templo de la ciudad, consagrada al dios, a la diosa, o las dioses… ¡Atenas! ¡Atenas! ¡La divina ciudad! Aquí, habla el gran poeta… « El templo de Atenas Aphaia se llamó, desde siempre, el templo de Atenas, antes que alguien, un poeta, un aeda, la llame « Aphaïa », divinidad misteriosa, cuyo sobrenombre quiere decir « Lo Invisible » o « La Invisible »… Atenas o Atenea se despliega y esfuerza en apariciones y múltiples manifestaciones, Afaia sigue el movimiento pero no participa, sólo permanece alerta, este templo, que ahora veo de lejos, podría simplemente ser el templo de lo visible y de lo invisible, el santuario del día y de la noche, cielo espléndido en Grecia, brilla el sol como el ojo de Zeus... Las Musas de trenzas violetas… Afrodita ojos de iris vivientes… Teseo, el matador del Minotauro, rey de Atenas »… Armados de botellitas de agua mineral helada, emprendemos la subida, la vegetación es muy parecida a la del sur de Francia, de nuevo los pinos, de nuevo los cipreses, cedros, olivares, música de cigarras, música de los griegos musicantes con ropa típica y guitarritas…¡Atenas a nuestros pies! ¡Aquí empezó la gran aventura de Occidente! Democracia, dictadura, oligarquía, aristocracia, monarquía y otras yerbas… Avanzamos, subimos, oleadas de turistas, somos olas pues, está prohibido tocar el mármol, fotos y fotos, pronto veo, abajo, el teatro de Dionysos como inmerso en un hueco concéntrico, como inmerso en la tierra y las piedras… Más allá, trozos de mármol, trozos de ruinas, siempre las piedras… Aquí, arriba, el santuario de Artemisa Brauroria, ya llegamos a la cima, soy turista en el planeta Tierra pienso de pronto… Ahora miro y admiro  el antiguo templo de Atenea bajo el sol de Grecia, apunto esto que voy contando, seis cariátides de una belleza que me dilata los poros sostienen un techo de mármol sobre sus marmóreas cabezas, el mármol también es utilizado como parche, por todos sitios hay parches de mármol, el Partenón restaurado, los turistas se dispersan. Ella toma fotos, yo hago apuntes que después se convertirán en esto… Esa columna, ese estilo, ¿es dórico? ¿Jónico? Cada columna gigante está compuesta por anillos de mármol, por simétricas rodajas de mármol superpuestas, ocho rodajas, diez rodajas, ¡y yo creía que eran una sola pieza! En la parte trasera del Partenón, el recinto de las vírgenes consagrado a Atenea, sobre tres columnas de varios metros, hay un estilizado triángulo de mármol, y en dos esquinas, cabeza y cuerpos de héroes y caballos… Desde aquí, el sitio más alto de la ciudad, puedo ver, allá donde termina de derramarse Atenas, una franja de mar, el mar de Creta. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.