20201121

DIONYSOS PATER LIBER (Veintiseisava vértebra)




XXVI.




Hoy estamos buscando un restaurancito popular, pop como la música, comida popular triple b, buena, bonita y barata, llamado Tou Manassou, en la esquina de la callejuela Petichaki con la callejuela Vernardou, cerca del mar, de la gran torre tubular de los tiempos turcos, y de la fortaleza, lo encontramos en nuestra Guide du Routard, ¡pero ya no existe!... El mozo y al parecer dueño del establecimiento, es un pata políglota muy arrogante, sé de lo que hablo, los que andamos en esto del arte, así como cualquier cantidad de anthropos, lo somos en grados diversos según las circunstancias, en fin, este pata de miradita superior podría ser un mosaico franchute de Les Champs Elysées o de la rue Kléber… Inútil y neciamente trato de darle unos puntillazos en cada lengua que conozco, es decir en las lenguas romanas hijas del latín menos el rumano que no estudié por perezoso, pero la verdad es que no puedo, el somoza políglota medio sobrino habla inglés y alemán como si hubiera vivido desde niño en Londres y en Munich, además del griego nativo, pero, ¿qué pasa? Es el monstrenco del ego… Con cierta tristeza constato que suelo reaccionar de esta torpe manera cuando me topo con alguien que se las da de bacán, eso quiere decir que yo también me las doy de bacán en mis malos momentos… De todas maneras, con una miradita cachasienta le hago entender que el enviado por Dionysos Pater Liber soy yo, y no él, por muy griego que sea… En fin… Cojudeces… ¿Por qué tantos sobresaltos del ego? Me doy cuenta que detesto a las personas que se las dan de bacanes, seudo superiores de no sé qué, de pronto frente a la Pelona, eso es todo… Devorando la ensalada griega, el cerdo yiros en láminas y las deliciosas y grasosas papas fritas, y hablando de esto y de lo otro con Boconcita, me acuerdo con cariño de esos grandes maestros eruditos políglotas, Georges Dumézil y Mircea Eliade, Georges Dumézil, lingüista, historiador de religión y antropólogo conocía y dominaba una treintena de lenguas, incluyendo a las antiguas como el sánscrito, el griego, el árabe, el persa, el latín, George Dumézil que era capaz, a los nueve años, de leer La Eneida en el original, sin hablar del inglés, del alemán, del ruso, del polaco, del turco, del armenio, del sueco, del quechua, del khmer, del nórdico antiguo etc. etc… Mircea Eliade, historiador de religiones, mitólogo, filósofo y novelista, aparte de su conocimiento de las lenguas antiguas, hablaba y sobre todo escribía en cinco lenguas, en rumano, en inglés, en alemán, en francés, en italiano, le digo a Boconcita, « tu te rends-compte? Ces gens là il faudrait pas qu’ils meurent! Borges non plus! Parce ce que s’ils meurent tout ça se perd! »… ¡Cuando un viejo genio como esos muere es como si ardiera una biblioteca! ¡Palabra de Amadou Hampaté Ba, otro genio nativo de la madre Africa! ¡Y este pata que se las da de bacán! ¡Tanta vanidad el hombre y sólo sirve para juntar moscas! « Tu te rends compte, chérie? »

      Después, un paseíto digestivo por el barrio francés, en comercios y restaurantes todos hablan francés, hay o mejor dicho habemos cientos de franchutes turistas curiositos, compradores, consumidores en grados diversos… Boconcita compra un sátiro priápico en una de estas calles tan bellas, tan coloridas, tan pobladas de gatos… « Pan, Príapo, los sátiros, las ninfas, el cortejo de Dionysos Pater Liber, la palabra ninfomanía, Pan, la palabra pánico, Baco y las bacantes, Eurípides en la terraza, Los dos nacimientos de Dionisos de Robert Graves, los Misterios de Eleusis después, Pater Liber es en realidad Liber Pater, dios itálico de la fecundidad de la religión romana, asimilado a Baco, es decir a Dionysos, Liber como el jugo Líber de la infancia maravillosa, La réligion romaine archaïque, Éd. Payot, Paris, 1974, Georges Dumézil » anoto de un plumazo en mi Moleskine… « A Kavoussi il y a un olivier qui a 3250 ans » me informa Boconcita jugando con el telefonino… « ¿3250 ans? Incroyable! »

      Por la noche, algo cansaditos, decidimos no salir, pueden pedir comida y vino por teléfono nos informa Manos, « ça te va? », pero claro, yo todo morboso pienso si no hay comida no importa, nos comemos el uno al otro, Poseidón sale de algún palacio marino y observa al mismo tiempo que llena la despensa refrigerada con aguas minerales, jugos, vinos, chelas, Manos pide por teléfono un sándwich club de pollo, un sanguchón, y krasi kokino, vino tinto de Creta, deliciosas papas fritas fabricadas con papas plantadas, cultivadas y cosechadas en la divina tierra de Creta, qué belleza, qué increíble, hasta aquí llegó la papa, esa diosa del Reino, con su capacidad de adaptación en todo el planeta… Estamos en la terraza, ella relajada fumando su cigarrito y dando sorbitos a su Coca-Cola, yo mirando a las estrellas y degustando mi chela, silencio, el maravilloso silencio, cuando llega Manos con el pata en moto que trae las ambrosías y los néctares… « Here you are! » dice y, en una fracción de segundo, le pega tremendo bistec a las yucas de Boconcita, no problem, Manos, yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar… ¡Pura ganancia!... Desde la luz del bar en el vientre de la noche, Poseidón, rey del mar de Libia, rey del mar de Creta, rey del mar Egeo, ¿cómo se dice mar de Creta en griego?... Kritiko Pelagos… Es la etimología de la palabra crítica y de la palabra piélago… Frente al mar de Libia hay una playa salvaje poco frecuentada, me informará después Wikipedia, arena dorada, agua esmeralda, llamada por esa gran paradoja que es la vida, Agios Pavlos, playa San Pablo, el terrible moralista, el perfecto opuesto del dios de dioses, el libidinoso y vital Zeus, por ahora el sabio Poseidón nos saluda riendo.

      ¿Y qué tal si el verdadero laberinto es el cerebro y sus millones de conexiones? Puede ser que el libidinoso James Joyce, ese gran humorista, haga un guiño más en la multiplicidad de guiños al atento lector… Por eso, el héroe del Ulysses se llama Stephen Dedalus, comento medio pedante, pero recién ahora que lo recuerdo y escribo me doy cuenta. Boconcita es una diosa, por eso la literatura sólo le interesa relativamente, de refilón, aunque de manera general, y con mucha razón, le importa un carajo… Para ella el arte mayor es la vida, y la vida cotidiana de preferencia, aunque paradójicamente es enemiga de lo cotidiano, siempre prefiere los viajes, lo desconocido, lo extraordinario, por eso nos hemos encontrado, es decir, por un mandato del mismo Zeus… Yo la admiro mucho porque fue capaz de venir a buscarme y rescatarme de los grandes infiernos plutónicos, a contribuir con su acción y con su amor a mi liberación de las divinidades del abismo… En todo caso es un elemento esencial… Aparte de la locura, también me ha salvado de convertirme en un escritor profesional, es decir en un horrible trabajador, al final eso es lo que más le agradezco… Durante años he escrito, aunque sea cojudeces, tres horas diarias, como un escritor semi profesional, un profesional escribe seis horas, qué increíble, en fin, para mí no tiene ningún sentido ser un profesional de la literatura, de todas maneras me ha sido muy beneficioso el entrenamiento, eso de profesional suena a trabajo, y la literatura para mí no lo es, excluyo la noción de producción, el ejercicio de la literatura es un arte, y su consecuencia una obra de arte, eso es todo, por eso ahora ya no me obligo a nada y escribo cuando se me da la puta gana, aquí, en el castillo de Lambesc… ¿Qué estaba diciendo?... Ah, eso del laberinto, que llega Boconcita como una encarnación de la mismísima Deméter, y me salva, salva al Minotauro que llevo por dentro… « Passe-moi ton smartphone, chérie, regarde, ce tableau du Titien s’appelle L’enlèvement d’Europe, le taureau blanc c’est Zeus, c’es pour ça que le taureau est l’animal sacré de la Crète »… También quería mostrarle otro óleo del Tiziano llamado Baco y Ariana, donde aparece Dionysos Pater Liber con su cortejo de sátiros y panteras, cuando se enamora de ella en la isla de Naxos, donde la pobre fue abandonada por el cruel Teseo, y la salva, y se la lleva con él al cielo de los dioses olímpicos de Marsella. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.




Bonus, para leer como cangrejo, la XXV vértebra.