XXXI.
Por Miguel Rodríguez.
« Good night good boy! » « ¡Buenas noches para tí también, Poseidón! » ¡Que te lleven los tritones, las nereidas y las oceánidas hasta tu palacio en el fondo del mar, hasta donde llegó, ya disuelto, el Hombre de sal!
Antes de cerrar los ojitos, echo mano a mi Molekine, a mi super lapicero, y anoto, y al hacerlo anoto que es un error no anotar todo lo que se me ocurre, porque todo se lo lleva el viento. Veamos:
« Nietzsche en Creta. Los ditirambos a Dionysos. Tener en cuenta, por otro lado, la asimilación, incorporación y conflagración de diversos dioses antiguos en el Christos. Es probable que el Christos, en tanto que dios como metáfora, sea el estado supremo de la consciencia, que sea la capacidad de omnisciencia e iluminación, como en el hinduísmo, como en el budismo, como en el jainismo. Si tal es el caso, un místico como Ramakrishna era un Christos o viceversa. El Christos es como su ancestro el Buda, el genio máximo de la espiritualidad, del misticismo, del encuentro del anthropos con su padre-madre la vida, del universo, aquí, en la tribuna de Occidente. En la madre India hay Christos en cantidades industriales, normal, es la madre de la espiritualidad. En la tribuna de Occidente, el galileo es el único, por eso el gran cambalache. Otro tema de reflexión: todos los iluminados, antes de serlo, antes de convertirse en maestros, tienen un maestro… Me parece que el maestro del Viejo Jechu fue ese otro loco increíble, Juan Bautista, que no desconocía la sabiduría secreta de los esenios, que estaba impregnado de ella, así como después el Maestro de divinidad »
« Bonne nuit, ma chérie » « Bonne nuit, chéri, mais arrête d’écrire, il se fait tard, dors bien! »
Al amanecer, bueno, tipo ocho, tipo nueve del cinco de agosto del año 131 después de Niezsche, Boconcita, como lanzar una piedra, lanza un alarido que me hace levantar de un brinco… « Il y a un énorme cafard! » Efectivamente, es una tremenda cucaracha, un cucarachón de nuestros países que no existen en Francia, pero como ella ha vivido en las Antillas, los conoce… Las cucarachas color caramelo son totalmente inofensivas, le digo, tranquila, china… « Mais moi j’ai horreur de ça, chéri! Et des araignées! Et surtout des scolopendres! » Resignado ante su triple fobia insectil-arácnido-escolopéndrica provocada por los cucarachones, las arañas grandes, también totalmente inofensivas, y los ciempiés que sí pican y tienen veneno, mato al cucarachón de un zapatillazo, ¡plaf !, la pobre explota, un olorcito sube por los aires hasta nuestras humanas narices… « Tu vois? Ça pue! » dice ella, y yo, en ese preciso instante, vuelvo al puerto y me acuerdo de las cucarachas y cucarachones de allá, tan o más grandes que esta, y voladoras… Una vez bajé al pozo del patio a sacar agua, el nivel está bajo, estoy descalzo, tengo diez años, tengo una vela en la mano izquierda, sumerjo con el bracito derecho el balde, escucho un cri cri intenso, levanto la vista y veo el techo del pozo totalmente constelado de cucarachas color caramelo, ya lo había olvidado, hoy de nuevo me acuerdo…
Por un camino casi secreto, una escalerita detrás de la piscina, de cuya existencia me enteré ayer, el hotel Elida, que puede ser considerado popular, comunica directamente con el sector de los turistas ricos, alemanes e ingleses en su mayoría, también holandeses, no hay franceses burgueses aquí, si un francés tiene mucha plata por lo general es tacaño y nunca lo muestra… El hotel Elida del populorum, decía, comunica con otro mundo… Uno pasa por un callejoncito alfombrado después de las escaleritas y desembocamos en bares y residencias playeras hollywoodienses, pero de corte europeo, es decir simplemente más pequeñas. Como Boconcita es una franchute hija de la Revolución francesa aunque lo haya olvidado, hija política de Charles André Marie Joseph de Gaulle, de Georges Pompidou y de mi tío François Miterrand, aunque lo haya olvidado, no hace distingos ni nada le impresiona en lo concerniente a la necedad de las clases sociales, este brusco cambio de universo le es indiferente… La verdad, yo tampoco soy impresionable, soy perro viejo y además poeta en esta vida pasajera, pero el que se impresiona y se maravilla es el niño peruano de clase media que, según constato, sigue viviendo en mis adentros… ¡Fuáaaa! ¡Qué residencias! ¡Qué jardines! ¡Qué mármoles! ¡Qué carros último modelo novísimos, resplandecientes!... Porsche, Mercedes-Benz… ¡Lamborghini! « Celle-là c’est une Ferrari, chérie! » « Je savais pas que tu te connaissais si bien en voitures de luxe! » dice como reprochándomelo, « si tu veux je te raconte ça après, mais il faut pas que tu te faches! » le digo para calmarla… Aquí sólo se habla alemán e inglés, de modo que me acerco al primer bar resplandeciente… Güten Morgen! Eine deutsche bier, bite! Eine Späten bier! « Mais tu parles allemand? T’es fou! Il est à peine dix heures et demi du matin et tu veux déjà une bière? » La verdad, lo único que sé de alemán es como pedir una chela, cómo decir buenos dí as, buenas tardes, buenas noches, gracias, muchas gracias, y contar hasta diez, es decir lo esencial, lo más fácil es pedir una chela, sigo diciendo, el gringazo llega a servir al cholito misio, se acuerda el niño, tremenda chela Späten de medio litrongo, « il n’ya rien de plus facile que commander une bière dans un bar allemand, tu dis eine bier bite, y despué Noch eins! Noch eins!, c’est tout! » La verdad, para variar Boconcita tiene razón, de todas maneras aunque uno patalee las mujeres tienen siempre razón, la razón de la sociedad y, sobre todo, del mantenimiento de la especie, pero si se extinguieron los dinosaurios todos nos extinguiremos, ya vendrán nuevas especies… Mi éxtasis en el bar de lujo, mientras ella toma su clásica Coca-Cola, dura apenas media hora… Se despierta el sempiterno borrachín, quiero pedir otra, me tropiezo con la Gorgona en carne y hueso… « Bon, ça va, ça va, allons-y » digo, en imperativo y con un verbo de movimiento « Auf Wiedersehen! ». SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.
Bonus, para leer como cangrejo, la XXX vértebra.
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