20201001

DIONYSOS PATER LIBER (Veintidosava vértebra)



XXII.



A la izquierda, el feraz paisaje montañoso, piedra y verdura mezcladas, aridez y árboles cohabitando, se nota que falta agua, cabras salvajes en los flancos de las colinas, y, a la derecha la divinidad resplandeciente del mar Egeo, residencias con piscina, de nuevo las cabras peludas y vivaces, al final no creo que sean salvajes, y si lo son, una de ellas se llama Amaltea, la que amamantó a Zeus niño… El bus del siglo 21 con aire acondicionado adecuado, avanza y zigzaguea por las curvas de la existencia, pienso... A la izquierda, pues, las colinas calcinadas y las cabras… A la derecha, las playas más bellas que he visto hasta el sol de hoy, con la excepción de las playas de la memoria, con la excepción de Besique, con la excepción del Dorado, con la excepción de Los Chimus, con la excepción de Tortugas y de Puerto Santa antes del terremotón del 70, y el lomo de cristal casi flamígero del mar Egeo, del mar de Creta… Abajo, playa Skepitsi... Abajo, playa Panermo… Abajo, playa Milopotamos Stavromenos… Mi cabeza periscopio gira de derecha a izquierda, estamos de pie, el bus estaba casi repleto cuando subimos, seis pasajeros de pie, y el bus de la existencia simplemente avanza, imperturbable como el río de Heráclito. Un señor bobo, confortablemente instalado, habla solo, se ríe solo, hace muecas, gesticula teatral, mueve y mueve las manos, los dedos sobre todo, tiene lentes de sol de marca, polo rojo de marca, short azul de marca, sayonaras de marca… Cerca del chofer, el loco de la estación, también confortablemente instalado, es un ángel resplandeciente… En el asiento delantero del señor bobo, una loca cucufata totalmente vestida de negro, de brazos velludos, escondiendo la carucha detrás de una mantilla, masculla sus preces, se santigua y santigua interminablemente… ¿Quién está más loco? le pregunto a mi otro yo, el bobo es inofensivo, tierno, pero de estos dos, ¿cuál es el peor? ¿El loco que se rasca los huevos en público y que quiere calatearse, o la santurrona de negro con sus crucifijos de muerte? ¡Pablo! ¡Pablo de Tarso! ¿Ves cómo le jodiste la vida a Occidente con tus delirios? ¡Es probable que los que creyeron en tus disparates tengan, hasta el santo día de hoy, un cuerpo pauliano!... Al poco tiempo, se procede al transbordo de pasajeros de pie, un super bus nos espera en una curva con su respectivo precipicio, especialmente para nosotros… Nuestro objetivo es el hotel Elida, air condition, television, safety box, swimming pool, playground, ubicado en un pueblito llamado Spili, a 27 kilómetros de Rhétymon, Spili está en el centro ventral de la isla, tierra adentro, entre el mar Egeo y el mar de Libia, esas nominaciones locales del Mare Nostrum… Y como mi capacidad de felicidad está directamente relacionada con la cercanía o la inminencia del mar, medio le reprocho su elección de Spili, soy capaz de pasar horas frente al mar, sólo mirándolo… Allá, en el sur de las Galias, suelo ir a Marsella sin motivo preciso, o mejor dicho sí, sólo para ver el mar… « Mais on pourra aller à la mer quand tu voudras, chéri, à la mer de Libie ou à la mer Egée, au choix! »… Lampine, pueblito… Karines, pueblito… Vamos hacia el sur, avanzamos tierra adentro, yo vuelvo en este instante a pensar en el loco morboso y en la cucufata de velludos brazos… Melampes, pueblito… Atravesamos la isla de lado a lado, el bus no se detiene en Spili, nadie baja en Spili, nadie oprime o machuca el botón stop, nosotros tampoco… « Merde! Je crois qu’on est passé devant, chérie ! » « Ça ne fait rien! On fera demi tour! De toute façon on va trouver, chéri, t’inquiète pas! » dice ella y me da una lección anti stress… Y esos hacemos al llegar al terminal  frente al mar de Libia, dar media vuelta, rumbo al mar Egeo de nuevo, lomo plateado del mar de Libia, el día de hoy y de nunca jamás… De pronto, al verificar la dirección del hotel Elida, 13 Giolounta str. Platanias, me doy cuenta que está ubicado en Réthymon, no en Spili, una fuerza misteriosa nos estaba guiando hacia Spili, pero gracias a eso hemos atravesado la isla de mar a mar, geografía rocallosa, árida, brotes de verde dispersos, pero cada colina y cada cerro y cada piedra y cada árbol son totalmente nuevos para mí… De pronto estalla una violenta disputa verbal entre el chofer y una pasajera que subió con un niño, el chofer está fuera de sí, grita y medio espumarajea, qué increíble, esto nunca se vería en las Galias piensa uno de mis yos, la pasajera lo fustiga con insultos e improperios de grueso calibre, supongo, de otro modo no se explica la furia del chofer, el sonido y la furia, Beaucoup de bruit pour rien, Much Adoe About Nothing, comedia de un tal William Shakespeare, hijo predilecto de los sublimes padres griegos, que los ingleses crean que Shakespeare es inglés, es su problema, William es perfectamente griego, y del siglo de oro, es como una reencarnación de Sófocles, de Eurípides y de Esquilo, con el simple detalle de haber nacido en Stratford upon Avon, pueblo de la pérfida Albión … Yo imagino, que el chofer es el padre del niño, o que es acusado de serlo, y él no está de acuerdo, es obvio que duda de la conducta sexual de la pasajera… Gritan y gritan… Al final, nadie gana y el bus avanza rumbo al mar Egeo… Calma súbita en la tormenta… Un señor griego ya cocho y su esposa gringa cocha también, muy amables, nos informan o confirman, sí, el hotel Elida está en las afueras de Réthymon, yo conozco el barrio llamado Platanias, yo nací aquí, cuando era niño iba a cazar tórtolas en lo que ahora es ese barrio turístico, Platanias, pero hace más de cuarenta años que vivo en los Estados Unidos, en Chicago, a mi esposa le encanta Grecia y Creta en especial, volvemos aquí todos los años… Merci beaucoup! Efaristo para polí! Muchas gracias! Thank you very much! ¿Mexicano? ¡Tengo muchos amigos mexicanos en Chicago!... Después del sonido y la furia, después de tanta bulla y tanto escándalo por nada, el chofer ahora se ríe… El chofer gana, ese hijo tuyo no es mío parece afirmar contundente, y la pasajera, vencida, calla, y yo anoto nombres… Agia Pelagia… Plakias… Francocastello… Fotinos… Kare… Kastellos…

« On arrive à la station et on prend un taxi, c’est tout » digo medio autoritario « le bus c’est fini ! Le taxi ! A partir d’aujourd’hui le merveilleux taxi, chérie ! » La verdad es que desde niño soy un admirador de los taxis y sobre todo de los taxistas, esos palinuros de las ciudades infinitas, esos genios… Hablo de los taxistas de la patria, de los taxistas de Grecia, los taxistas de las Galias son menos genios… Es como si conocieran cada recoveco y cada escondite de pueblo, ciudades y megápolis, a mí me encantan en especial los que se explayan en el relato de sus propias biografías, o los que cuentan anécdotas relacionadas con el trayecto, pero sobre todo me gusta el buen humor de los taxistas, siempre he tenido la suerte o el privilegio de encontrarme con taxistas humoristas, pícaros, risueños, también con taxistas bien pendejos, pero todos conversadores y amenos… Llegamos por fin al hotel Elida, siento la presencia del mar muy cerca, el cuarto todavía no está listo, la esposa de Manos, el dueño, nos instala debajo de una ramada cubierta por una hermosa buganvilia, una chela de Creta y un agua mineral gasificada por favor, uf, qué calor… Al frente, viñedos cargados de pesados y jugosos racimos… Me siento al borde de un antiguo pozo, las cigarras en concierto, al poco tiempo llega Manos y nos instala en tremenda habitación con balcón frente a la piscina, qué más pide el pueblo… « De Réthymon hasta el otro lado de la isla, hasta Alia Galini, ida y vuelta » me río y recuerdo… Ahora estamos en el reino de la pasiflora, de la granada, de los limones, de las naranjas, de las viñas, de las buganvilias, flores rosadas, blancas, datura por todos sitios, bella de noche, cactus, y el aroma del jasmín suspendido en el aire del verano.

      Tipo seis, exploración del sector, por el lado de la vena principal de Platanias. Anoto, para empezar, el nombre de la calle: Kalliopis Giou Iounta… ¿Será esa Kalliopis, Caliope, la musa de la poesía épica? Esta larga vena de cemento floreciente de bares y restaurantes, de agencias de turismo, de bancos y supermercados, por donde pasa la línea 20, es el camino que, mañana, nos llevará a la ciudad… Epica viene de epopeya, otra hermosa palabra griega… Una epopeya es un largo poema de envergadura nacional que narra las hazañas históricas o míticas de un héroe o de un pueblo, me informa Wikipedia vía el smartphone, el mágico juguete me ha hecho regresar a la infancia, no lo suelto para nada… « El término epopeya puede, por extensión, referirse a la guerra (la discreta Wiki dice « altos hechos militares ») y de la literatura relativa a esta… la Cartuja de Parma de Sthendal por ejemplo, o La Guerra y la Paz de Tolstoï, que hasta el día de hoy no logro leer, llego hasta la página cincuenta y cierro el ladrillo, en cambio La Cartuja de Parma, La Chartreuse de Parme, Souvenirs d’égotisme, Le Rouge et le Noir, Lucien Leuwen son delicias de cada momento cuando releo pasajes, no sé por qué nunca pude con Tolstoï, aunque tantas veces he tratado, hay autores así que no van con uno, ni uno, como cisne tenebroso, como lector, con ellos, aparte de La Guerra y la Paz he tratado de leer La sonata de Kreutzer, y nada, Ana Karenina, y nada, el único libro que lei de este autor, y del que felizmente no recuerdo nada, es uno titulado La muerte de Iván Ilitch, y eso fue porque fui obligado por mi padre, en fin, no puedo con Tolstoï, me cae super pesado, en cambio de Dostoievski, ¡Absolutamente todo! ¡Crimen y castigo! ¡Los hermanos Karamazov! ¡Los endemoniados! ¡El jugador! ¡El eterno marido!  ¡El Príncipe idiota! ¡Recuerdos de las casa de los muertos!... En fin, estamos saliendo rumbo a los bares y restaurantes y pienso esto, hablando y pensando en la épica en compañía de mi otro yo… De regreso al hotel Elida, mientras Boconcita descansa, yo salgo a explorar el bar y la piscina adyacente, rectangular y celeste, y ¿con quién me encuentro? ¡Con Poseidón en carne y hueso! Poseidón mide aproximadamente un metro setenta, está más que bronceado, curtido, piel parda medio agrietada pero brillo saludable, piel curtida por el sol y por el mar, su reino, barba blanco celeste hirsuta, alborotada cabellera blanca celeste, brillantes y pícaros ojos celestes, está llenando la despensa y el refrigerador del bar, debe tener entre setenta y ochenta años en la cronología de los mortales, y al verme me habla en griego, naturalmente… Poseidón no mastica inglés y, al parecer, ningún otro balbuceo humano aparte de la lengua de los dioses, que es, en la tribuna de Occidente, el griego… ¿Por qué no aprendí griego, maldita sea ?... El dios y yo nos entendemos perfectamente… Saca una botella semillena con un néctar color agua que trae del fondo de los océanos… Sigue hablando en griego como si yo entendiera… Saca dos vasitos… Sirve aceitunas verdes en un platito… Yo, fascinado por la sonoridad épica y lírica del idioma griego, entiendo todo… Soy el padre de Manos, dice, y ustedes,  ¿de qué país vienen? De Francia, digo, mi mujer es francesa, yo nací en Perú campeón, vivo en Francia hace mil años… Poseidón festeja la ocurrencia con una risotada contagiosa… En ese momento aparece Boconcita en la terraza, también sonríe, alza la mano amorosa… Poseidón se gana con el pase… ¡La saludas y hasta más tarde o hasta otro día, si se quedan! dice ¡Encantado de conocerte, Poseidón! Para ser franco, sólo le faltaba el tridente, el carromato dorado del dios vencedor de todo, y el cortejo de tritones y nereidas… En mi imaginación, coincidía exactamente con la figura de su tatara tatarata tatarata bisabuelo que conocí en la infancia, allá, en el Reino. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.




Bonus, para leer como cangrejo, la XXI vértebra.