por: Rómulo Meléndez
Maradona
Emir Kusturica
Maradona, un
loco parecido a Gérard Depardieu,Emir Kusturica, hizo éste documental donde Diego Armando Maradona es la figura principal, como nos hace pensar apriori el título del documental.
Maradona es un Dios (con mayúscula). Esto lo corrobora una relativa nueva iglesia: Maradoniana, en Argentina. Sus seguidores son bautizados bajo un estricto procedimiento donde Maradona, en primer lugar, y la pelota en segundo lugar forman la base de ésta religión. Un rosario que cuenta con treinta y cinco pelotitas que representan los goles que hizo Maradona en los mundiales donde participó.
Maradona es un Dios no sólo en Argentina y el resto de latinoamerica sino tambien en Italia, o mejor dicho en Nápoles, que Maradona hizo campeón por primera vez en la historia de Italia, un club pobre del sur contra los ricos clubes del norte italiano.
Un pasaje que se repite cuanto se puede, es el célebre gol de Maradona ante la selección inglesa en el mundial del '86. Cuando Maradona hace un gol con la mano, Lo que algunos segundos más tarde se convertiría en
el gol de la mano de Dios.
Se ve a Maradona con Fidel Castro, con Hugo Chávez, con Evo Morales y en eventos públicos donde su opinión abierta y revolucionaria causa admiración. Maradona no tiene pelos en la lengua y dice todo lo que ha aprendido con Fidel y con las lecturas de los libros acerca del Che.
Maradona es anti-Bush, anti-Blair osea anti-imperialista. Maradona es un fenómeno social y controversial, como siempre, pero en éste documental Kusturica se limita a hacer una oda a este gran futbolista argentino, procedente de Fiorito, un barrio pobre y marginal de Buenos Aires, donde aparecen niños juntando cosas de los cerros de basura, aún humeantes.
En un bar dónde hermosas jóvenes danzan semi-desnudas y los hombre observan como hipnotizados las siluetas...giran de pronto sus cabezas hacia un televisor encendido donde se ven pasar los innumerables goles de Maradona. En aquel momento todos ellos se olvidan que han venido a ver mujeres semi-desnudas.
Los críticos de Maradona no aparecen en ningún momento, tampoco Kusturica hace alguna pregunta que tenga alguna pizca de crítica, o alguna pregunta que Maradona tenga que contestar con dificultad.
El documental es también una especie de panfleto contra la oligarquía inglesa y norteamericana. Kusturica no puede ocultar en ningún momento que Maradona es su ídolo y su admiración y entusiasmo hace de éste documental que sea íntimo, casi como un documental preparado para un familiar.
Para un fan de Maradona ver éste documental sería una delicia. Sería suficiente sólo ver sus goles. Para otros...pueden reaccionar.
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