Fragmento del libro ´Antídoto´.
Conocí el mar
la playa
antes de la arena y la lluvia
con temor
aprendí a odiar el agua
cuando escuché los ahogados que se multiplicaban cada fin de semana
sin falta
antes o después de haber comido un ceviche casero o sopa en bolsa de plástico
viví hasta los veintidós frente a una playa maldita
el mar no es mío
no me inspira
ni necesito
dénme la tierra sin ruido
o mejor arena quemante con cachitos y garrapatas de perros con sarna, de bonus.
prefiero un tanque de agua
donde pueda pararme cuando me canse
y matar cucarachas (como) cada domingo, después del desayuno. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.
![círculo d.m.[radio]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjylPuCPDBdLyl5T1X4YcKxCGTSGlPCHdTh1XMCCjLncxLmv7CPkJaClW5_yu1yjg-uF18FzUjucRAUp8UI8fbFs1kl-rWro_ejvxhyRF1IF8AR4t26x5-_laAvps5za-1rvpLLK5vAyIQ/s180/stadsfm.png){kind=small}
Lo que mas impresiono y atemorizo al poeta, es decir al ninho, es el sonido y la furia del mar, o de la mar océano, es la primera vision "antes de la arena y de la lluvia". A mi entender o mejor dicho a mi sentir, eso quiere decir que no sintio la arena ni la lluvia como vida en movimiento. Lo que de pronto le causa temor o asco al poeta es el padre madre mar oceano como dador de muerte, no como fuente iniciatica, no como el caldo primordial de los comienzos. El poeta prefiere lo que le causa paz, sosiego, tranquilidad, ataraxia, lo que siente como elemento no violento ni agresivo como el mar ("dénme la tierra sin ruido"). El poema tiene aristas de gran sensibilidad, de peruanidad, de belleza.