20180316

Las piezas de marfil de Jorge Camal







Por Rosa "Tijeras"Albarrán.


La primera vez que vi a Jorge Camal recordé inmediatamente, al famoso cómico libanés mexicano Capulina. Déjate crecer los bigotes, le dije. Él no me escuchó.
Jorge es un hombre normal, que se levanta temprano, toma café negro y trabaja todo el día en su taller de cerámica, creando verduras, nueces y otras delicias que no se pueden comer.

Camina elegantemente y siempre lleva un colbert (de corte clásico con botonadura compuesta por cuatro piezas de marfil) de un color y pantalón de otro color. Sus camisas son siempre blancas, bien planchadas, tratadas con almidón, para endurecer las partes protuberantes. Y la infaltable pero necesaria bufanda para defenderse de las inclemencias climáticas.

Tiene una voz dulce pero también puede impostar una voz profunda, de leñador. Usa boinas y gorras al estilo de Jacques Tati.

Me invitó a su casa, donde me esperaba, antes de cambiarse para la fotos, con bata blanca que le llegaba hasta los tobillos. Tomamos té y una rosca de reyes francesa. La culinaria es su locura, me cuenta, que le gusta el Gourmet & Gourmand (Goloso), somos igualitos.

Es un estuche de monerías, un detallista por excelencia. Tiene manos mágicas, modela sus esculturas , teje crochet, confecciona almohadas y otras prendas. Un poco conservador con un toque cómico. Así es Jorge y así le gusta ser.
D.M. Moda. CíRCULO D.M.