20171225

Na-VIDA-dad con Willian Blake



por Miguel Rodríguez.  Desde Francia, siguiendo el episodio de abundancia prosaica. La estética sigue intacta y con sabor a Chimbote.

Primer día –espectacular como un espejo mediterráneo, clima temperado de 14
grados– del solisticio de invierno, amigos, aquí en Lambesc, hoy 24 de
diciembre del 2017 del calendario actual, hoy, 24 de diciembre del 129 del
nuevo calendario… Me imagino en Roma… la antigüedad… estoy entre los que
celebran al Sol Invictus, descendiente directo de Apolo con incrustaciones de
Mitra y otros, divinidades después asimiladas o aspiradas por la nueva
divinidad, el Christos, de quien soy hincha… ¡Por eso estamos de fiesta!
Sabemos que este genio judío nunca escribió. Como Siddartha, como Sócrates y
otros, el viejo Jechu fue un joven maestro oral, un mago de la palabra expresada
por canal de los fundamentos… En esto pienso, quiero saludar a mis amigos de
la estratósfera, de las esferas celestes internéticas, del espacio sideral intangible,
y en este momento entra el gato como un rey, el gato de los faraones, de las
milenarias dinastías, Ramsés II lo acaricia, la faraonesa lo acaricia, lo
acariciamos nosotros los sacerdotes, lo acaricia el pueblo, por lo menos tres mil
años antes de los acontecimientos, de modo que el Christos es un dios joven,
casi un chiquillo, pienso. Atea y anticlerical como buena parte de los galos, mi
hembrita desdice lo que digo, me contradice, no insisto, la historia tampoco le
interesa, está en otra película, caballero. Y yo, esquivando como un Garrincha
las piernas de los malentendidos domésticos, le hago una finta, haz lo que
tengas que hacer le digo, compras, vestido, peinado, lavado y planchado,
tranquila, yo preparo el almuerzo, además tienes que preparar los platillos que
prometiste, yo sólo me ocupo del champagne (le digo a Raphy Leavitt que canta
El buen pastor), perniles, pavos, gallinetas, gallos capones, foie gras, camarones,
concha de abanico con su coral, empanadas gigantes rellenas, espinacas, salmón,
etc etc., de todo eso se ocupan ustedes, la suegra maravillosa ha comprado un
super vino en cajón, un cajón de diez litros, con eso basta y sobra, tranquila
china, te siento un poco estresada, fumemos un petardo suave con aroma de
Afganistán y del Viejo de la Montaña… ¡Y salú por el Christos, dios de
dioses!... Borroneo y rayo lo escrito líneas arriba, después me digo que puede
interesar, y lo dejo tal cual, ya veremos… Ya son las doce… mi gato galo con
cara de chino gordo cabalga en los prados, se afila las uñas en la corteza
dinosáurica de los árboles… Como tengo un hambrecito después de la chela,
preparo unos spaghettoni, enrollo unas lonjitas de jamón ahumado, y, como
buenos franchutes, seguimos hablando de comida, que mi hermana trae esto, que
mi hermano trae esto, que su novia trae esto, que hay dos gallos capones rellenos
en el horno, yo preparo una brioches rellenas con concha de abanico y
mejillones… Entonces vuelvo a mirar la luz instalada en el gran jardín, los
árboles pelados, la declaración del invierno y me doy cuenta que soy un tipo con
suerte… Palpo mis libros y me doy cuenta que mi Christos personal (no hay
otro, el Christos tiene nuestra cara o no la tiene) proviene de William Blake…
¡William Blake ! ¡Salú por eso!

WILLIAM BLAKE

Esta mañana cobriza de otoño, bendición de bendiciones, no trabajo. Una
pertinaz tendinitis, de tanto sacar y meter botellas d’olio sancto d’oliva. Llegan
los camiones y descargan. Uno rompe las cajas de cartón, saca las botellas d’olio
sancto, y las mete en tremendas cajazas de cartón, que llaman « box ». Por
querer ganar unos euros más, se me fue la mano –mejor dicho el brazo, y ahora
tengo una tendinitis del carajo.
Esta mañana especial tengo todo el tiempo del mundo, por eso la dedico con
cariño al viejo Blake. Me impongo tareas agradables, como revisar los libros
poéticos y sapienciales de la Escritura, es lo menos que merece William Blake.
Pero antes, supongamos ésto:

¡El camino, la luz del alba, el brillo, el pleno día radiante, paso a paso, en el
Paraíso de la Trévaresse! ¡Hoy no trabajo! ¡Tiempo abierto! ¡Oro puro!
¡Disciplina! ¡Escritura! ¡Con la Dolores Morales del brazo!

Y ésto:

–Good morning, Sir Blake.
–Morning. What a nice little morning, isn’t it?
–Don William, please, me olvidé la Biblia por andar llevándola a todos
sitios, en casa de amigos, este sábado. Recuérdeme cuáles son los libros poéticos
y sapienciales.
–Rien de plus facile, voyons, mon garçon –responde con perfecto acento
galo–, voyons, voyons: Job, Psaumes, Proverbes, Ecclésiaste (ou Qohêlet),
Cantique des Cantiques, Sagesse et Ecclésiatique (ou Sirac). Voilà.
Según Blake, Job no ha sido escrito por el pobre Job, ni Psaumes por el
poeta David. Además, buena parte de Proverbes atribuídos a Salomón, serían
obra de sabios anónimos, probablemente arábigos –se habla de un tal Agur, de

un tal Lemuel. Y habrían sido inspirados por antiquísimas máximas egipcias de
los tiempos de Amenemopé. En el hermoso Ecclésiaste hay influjo subterráneo
de filosofía griega. Y el Ecclésiastique, aunque yo no lo crea, sería obra de un
Jesús anterior, Jesús Ben Sira. La traducción griega es: Sabiduría de Jesús, hijo
de Sira (Ben = hijo de). En cuanto a Sagesse, escrito en griego, no forma parte
del canon judío, pero ha sido adoptado por las iglesias católica y ortodoxa.
Palabra de Blake.

A mí, broder, me gusta tanto ese poema del Cantar de los Cantares donde los
ojos de la mujer amada son palomas, los cabellos un rebaño de cabras y los
dientes ovejas trasquiladas. Maravilloso que Rosa sea la mujer; que sus mejillas
sean granadas; maravilloso que sean los senos tiernos chivatos y una torre
libanesa la nariz. ¡Y que sean palomas los ojos! ¡Y los cabellos cabras! ¡Y los
dientes ovejas! ¡Oro de la metáfora! ¡Eso es poesía! Sin embargo, este
procedimiento, que denota un gusto notorio por esos tiernos bóvidos, causa
cierta repugna incomprensible en William Blake, que también tiene sus
corderos. O, mejor dicho, su corderito. ¡William Blake! Un nobilísimo Sir de
nariz recta e inteligente, la frente despejada de pensador, el mentón como una
perilla, la cabellera rala y entrecana –hebras grises, blancas, plateadas. ¿Adónde
mira? ¿Al Este? ¿Al Oeste? ¿A Oriente? ¿A Occidente? Blake es capaz de mirar
a todos sitios simultáneamente. Tiene puesta una camisa de seda. La levita es
negra o azul marino, algo gastada. Sostiene con la diestra su pluma de mago.
Cuando esté más viejo, sus ojos negros brillarán como el oro, como el fuego,
como los tigres. Largos los cabellos y acolchada la barba, parece una mezcla de
sabio y profeta. William Blake –nos informan nuestras intersiderales fuentes de
erudición–, hijo de un fabricante de gorros, nace en Londres –donde también
morirá– el año de Gracia de 1757. Estudia en la Royal Academy of Arts, donde
se aburre. Abre un taller de grabados, pero como tiene poco sentido de las
finanzas, pronto se va a la quiebra. Como poeta, es muy precoz. A los doce años,
habría publicado sus primeras composiciones, Poetical Sketches, que ya
contienen los indicios precursores de su estilo, dice la muy autorizada
enciclopedia Encarta. Después, publica Songs of Innocence, poemas frescos y
simples, musicales e impregnados de lirismo. Después, publica Songs of
Experience, ilustrados con sus dibujos y grabados de técnica especial. La unidad
temática y estilística de ambos libros es muy parecida, por momentos idéntica.
El famoso poema The Lamb pertenece a Songs of Innocence; el poema The
Tyger, a Songs of Experience. Son aparentemente opuestos pero indisociables.
« Without Contraries is no progression. Attraction and Repulsion, Reason and
Energy, Love and Hate, are necessary to Human existence », dirá. Exactamente
como el viejo Heráclito. Palabra de Blake.

THE LAMB

Little Lamb, who made thee?
Dost thou know who made thee?
(…)
Little Lamb, God bless thee!

¡Qué maravilla de simplicidad! ¡De ternura! ¡De inocencia! ¡De bondad! ¡De
dulzura! ¡De suavidad! ¡De frescura! ¡Se puede tocar al corderito lanudo! ¡Se
puede ver cómo se transforma en niño! –Es el Cordero Místico. Aunque, ahora,
la verdadera maravilla de maravillas es Google. ¡Por la putamadre, ya casi me
dieron ganas de balar! Ahora, rugiendo, el místico brillo del Tigre. Tremendos
rugidos casi sin respirar, sin traducción en hispanish, no la tengo.

THE TYGER

Tyger! Tyger! burning bright
In the forests of the night.
What immortal hand or eye
Could frame thy fearful symmetry?

¡Tigre de metal! ¡Forjado Tigre! ¡Brillo esculpido! ¡Selvas de la noche! El
dios dibujante-pintor. El dios herrero-escultor. ¡El dios artista! ¡Lloran las
estrellas! ¡Se juntan el Cordero y el Tigre! ¿El dios ríe? ¡Claro que ríe! ¡La
simetría del Tigre!
Yo estoy seguro, broder, que para un poeta de fibra mística, lo verbal es
divino, y lo divino es verbal, como lo imaginaba Blake, como me imagino lo
sentía –con su particular percepción del fenómeno– de pronto como el respirar,
de pronto como una magia de lo cotidiano, como una presencia permanente del
dios. En el día y en la noche. En el Cordero y el Tigre. El Paraíso será un poema
–o no será. Palabra de Blake.

Ahora, es bueno blasfemar en nuestra lengua de Hispania –con cariño para
Britannia. He aquí algunos Proverbios del Infierno.

El deseo no seguido de acción engendra pestilencia.
(He who desires but acts not, breeds pestilence)

Las cárceles son construídas con las piedras de la Ley; los burdeles, con los
ladrillos de la Religión.
(Prisons are built with stones of Law, Brothels with bricks of Religion)

Si otros no hubieran sido locos, nosotros deberíamos serlo.
(If others hat not been foolish, we should be so)

El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría.
(The road of excess leads to the palace of wisdom)

Si el loco persevera en su locura, encontrará la sabiduría.
(If the fool would persist in his folly he would become wise)

El pájaro tiene su nido, la araña su telaraña, y el hombre la amistad.
(The bird a nest, the spider a web, man friendship)

El rostro que no da luz, nunca será una estrella.

(He whose face gives not light shall never become a star)

Un loco no ve el mismo árbol que un sabio.
(A fool sees not the same tree that a wise man sees)

La desnudez de la Mujer es la obra de Dios.
(The nakedness of woman is the work of God)

Un solo pensamiento llena la inmensidad.
(One thought fills immensity)

Los tigres de la cólera son más sabios que los caballos de la educación.
(The tigers of wrath are wiser than the horses of instruction)

Crear una pequeña flor es un trabajo de siglos.
(To create a little flower is the labour of ages)

El mejor vino es el más viejo; el agua mejor, la más nueva.
(The best wine is the oldest, the best water the newest)

La Exuberancia es Belleza.
(Exuberance is Beauty)

Es mejor matar un niño en la cuna que alimentar deseos insatisfechos.
(Sooner murder an infant in its cradle than nurse unacted desires)

Supongamos a Blake errando por Londres, durante uno de sus frecuentes
accesos místicos. Después de mucho caminar, decide tomar una carroza, de esas
con un cinematográfico cochero en el pescante. Le indica a éste que se detenga
en la esquina de Oxford Street con Regent Street, donde la luz del atardecer
vibrátil en una fachada cualquiera, lo transporta. Algo escribe en su cuaderno
antes de dirigirse –la carroza traqueteando sobre los adoquines– hacia Hyde
Park, por el lado de Bayswater Road, donde ve un ebrio fulminado, en pleno
invierno. Luego, en St. James’s Square, cerca de Piccadilly Circus, empieza a
nevar. Ve un lisiado. Ve un enano jiboso. Ve dos rameras tuberculosas. Ya es de
noche. Indica una dirección en Sheperd Market. El látigo restalla, los caballos
piafan. Temblando de una emoción incomprensible, Blake, pensando en lo que
ha visto, escribe: « La Energía del dios antidiluviano está allí adentro. Y el
Cristo también. El Cristo está allí adentro. En el peor de los desdichados y
parias. » Luego, viendo a un eclesiástico pasar, piensa: « Las puertas de tu
Paraíso son las de mi Infierno. »
Poco tiempo después, la Muerte sorprende a Blake –ya convertido en un
profeta moderno de su tiempo– cuando estaba terminando unas hermosísimas
ilustraciones para La Divina Comedia. ¿Lo entierran en la Westminster Abey?
¿En el famoso Poet’s Corner? Si ésto no han hecho los autóctonos de Britannia,
que lo hagan ya. Amén.

¡El camino, la luz del alba, el brillo, el pleno día radiante, paso a paso, en el
Paraíso de la Trévaresse! ¡Hoy no trabajo! ¡Tiempo abierto! ¡Disciplina!
¡Escritura! ¡Con la Dolores Morales del brazo! ¡Kyrie! ¡Gloria! ¡Gloria in
excelsis Deo! ¡Credo in unum Deo! ¡Et in Spiritum Sanctum! ¡Sanctus!
¡Benedictus! ¡Agnus Dei! ¡Dona nobis pacem! ¡Gratias agimus tibi! ¡Hoy no
trabajo! ¡Muerte al trabajo! SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.