20130328

LA SEMANA SANTA


Por: Silvia Titus.

La Semana Santa o la Pascua es la conmemoración anual cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.  En la mayoría de los países es feríado nacional, no importando la religión que uno tenga. Ese feriado cae algunas veces en marzo y otras en abril.

Como yo crecí en Guatemala la recuerdo llena de color por las procesiones de la iglesia católica.  Alfombras multicolores de aserrín, flores, pino verde o frutas adornando las calles principales de la ciudad de Guatemala o de la Antigua Guatemala.   Los devotos  cargadores de la procesión  vestidos de morado (en mi pais les llamamos cucuruchos) y otros  vestidos de soldados romanos.   Y la banda que va detrás de las procesiones, como olvidarla,  siempre entonando canciones tristes y funerarias.  Como la mayoría de la población en Guatemala es católica, hay muchas procesiones como muchos son los devotos que las siguen.

Pero como yo no soy católica lo que más recuerdo de la Semana Santa es el caos.  El tráfico, los tumultos de personas, vendedores ambulantes gritando,  mucha basura, y ruido. Los olores a sudor mezclado con el de incienso, comida, pino y aserrín mojado.  Así que por todo ello  yo odiaba la Semana Santa y procuraba irme fuera de la ciudad Guatemala y de la Antigua Guatemala, que son las dos ciudades donde principalmente sucede el caos.

Pero no era la única que tomaba esa decisión.  Miles de personas huían al interior del país así como miles de personas que trabajan en la ciudad pero vienen de los pueblos, aprovechan para ir a ver a sus familias a sus respectivos lugares de origen.  Así que el caos también se forma para salir de la ciudad ya fuera en bus o carro, en las playas, en los pueblos, en los ríos, en todos lados.

Así que para Semana Santa, en los últimos años que estuve en Guatemala, procuraba no salir para nada.  Compraba comida para toda la semana, alquilaba películas, compraba un par de buenos libros y pasaba mucho tiempo asoleándome en la terraza de mi casa.  Que maravillosas Semanas Santas fueron aquellas alejada de todos y de todo.

Desde que estoy en Holanda la Semana Santa ha sido diferente pero más agradable.  Acá no hay procesiones.  Amsterdam tiene turistas durante todo el año pero para topármelos tengo que ir al centro de la ciudad.  Yo casi nunca lo hago. Yo vivo alejada del centro cerca de un lago, así que es tranquilo.  En mi trabajo me dan dos días libres con un fin de semana de por medio así que cuento con cuatro días libres en los cuáles  puedo decidir si me voy de  vacaciones a otra ciudad de Europa:  Paris, Barcelona, Berlin, Viena, etc.  Si no hay dinero para viajar, hay muchas actividades culturales, deportivas y de entretenimiento.  Si le preguntas a un holandés porque es la Pascua o Semana Santa, no te contestará que es por la conmemoración de la pasión muerte y resurrección de Jesús.  Te dirá que es un feriado oficial del país.

Las familias holandesas acostumbran a juntarse y es cuando más comida he visto en las mesas.  Entonces si que parecen latinos.  Lo que más se come son huevos porque son los “Huevos de Pascua” Así que se comen los huevos al desayuno y también al almuerzo.  En la cena se acostumbra a comer cordero asado.

Los niños holandeses  se entretienen buscando huevos decorados  que sus padres o familiares han escondido en lugares estratégicos dentro y fuera de la casa.  Antes de la Semana Santa pueden haber ayudado a su familia a decorar los huevos. 
Me imagino que han de haber misas y cosas religiosas en algún lugar pero nunca he visto o escuchado nada de ello en los 12 años que tengo de vivir acá. 

Ignoro si otros latinos practican la religion acá porque los que conozco aprovechan esos días para irse de vacaciones a algún lugar.

Así que no, no me hacen falta las procesiones ni el caos que provocan.  Tampoco extraño la multitud de gente en las playas,en los balnearios, en los pueblos y ciudades. Es más, es la única cosa que no extraño de mi país.  Cuando regreso de vacaciones jamás regreso en Semana Santa.  Prefiero evitarla.
Respeto y admiro a los devotos que cargarn las procesiones y que las siguen. También admiro a la gente que se da a la tarea de hacer las alfombras.  Eso si que me daba gusto ver, las alfombras tan elaboradas de belleza sin igual.  Recuerdo una vez haber ayudado a elaborar una y fue una gran tarea.  Eramos más o menos diez personas elaborándola y nos tardamos unas cuatro horas para que fuera deshecha en treinta segundos.    Eso me provocó una frustración que me duró varios días.  Nunca más volví a ayudar a elaborar una.

A la final , cada quien celebra la Semana Santa como mejor le plazca.  Lo que todos hacemos muy bien es aprovechar esos días de asueto, porque los tenemos bien merecidos.

¡ Feliz Semana Santa a todos! CAVILACIONES. CíRCULO D.M.