Luz Belén Mendizábal Barrera, creadora peruana.
Con motivo de la publicación de su primer libro para niños, “Mallki y la estrella perdida”, conversamos con la autora Luz Belén Mendizábal Barrera. A través del clásico Cuestionario de Proust, descubrimos el universo íntimo de una escritora que encuentra en la sensibilidad, el coraje y la imaginación sus mayores aliados.
A continuación aparece el documento audiovisual donde la autora responde diez preguntas acerca de su libro primogénito "Mallki y la estrella perdida", a la venta a través de Amazon. ISBN 9798315342687.
En el inicio de cualquier camino creativo suele haber una chispa: una inquietud, un recuerdo o un deseo profundo de contar. En el caso de Luz Belén Mendizábal Barrera, esa chispa se ha convertido en "Mallki y la estrella perdida", un libro de cuentos para niños que no solo explora el asombro y la pérdida, sino también la belleza de mirar hacia dentro.
Para conocer más sobre ella, le propusimos responder el célebre Cuestionario de Proust, una invitación a mirar al espejo con sinceridad. Lo hizo con la misma transparencia con la que escribe: sin adornos innecesarios, pero con profundidad.
Coraje, curiosidad y empatía son, según Luz Belén, sus virtudes más valiosas. También valora la honestidad, la sinceridad y la disciplina, aunque admite que a veces lucha contra su necesidad de controlarlo todo. Esa dualidad —la del orden y el caos creativo— parece ser parte de su proceso.
Cuando se le pregunta por los momentos que la hacen feliz, responde con ternura: “cuando estoy con personas queridas”. Y aunque reconoce temores —el mayor, “perder a otro ser querido”—, también se sabe resiliente: “Soy más fuerte que mis miedos, que las certezas mezquinas y que el intento de querer controlar cada minuto de mi vida”, afirma.
Luz Belén encuentra placer en cosas sencillas: bailar, escribir y pintar son sus formas de estar presente. Le fascina el color rojo, las rosas, y el colibrí la representa: veloz, ligero y lleno de vida.
Si pudiera ser otra persona, elige ser “como nadie”, una respuesta que revela su deseo de autenticidad. Por ahora, dice estar feliz donde está, y se proyecta “cumpliendo la mayoría de sus sueños”, aunque confiesa que a veces duda, incluso siendo una mujer perseverante.
Entre sus gustos culturales, menciona a Sherlock Holmes como su héroe de ficción, escucha a Chopin y Debussy, y en las artes plásticas la inspiran Picasso, Georgia O’Keeffe y Dalí. Entre las figuras contemporáneas que admira están Sir David Attenborough, Brian Cox y últimamente Sadhguru. A la mesa de sus sueños invitaría a Gandhi, Aristóteles, Cleopatra y Jesús: un encuentro de ideas, filosofía y espiritualidad.
¿Su superpoder elegido? Saber cómo piensan los animales. Tal vez porque en ese misterio silencioso hay un mundo entero que merece ser comprendido y cuidado.
Luz Belén no esquiva los temas difíciles. Se pronuncia sin rodeos contra el Fujimorismo, al que considera el mayor desastre político que ha vivido: “El día que nació el Fujimorismo fue uno de los peores días de mi vida”. También detesta la mentira y la arrogancia, y valora profundamente la verdad y la integridad, tanto en la vida como en la literatura.
Confiesa que a veces se exige demasiado, que empuja tanto a otros como a sí misma, “quizás porque me gusta ver resultados rápidos y precisos”. Sin embargo, esa exigencia convive con una mirada delicada sobre el mundo, una sensibilidad que da vida a sus personajes y los conecta con los lectores más pequeños, esos que aún no han olvidado cómo se sueña despierto.
Con “Mallki y la estrella perdida”, Luz Belén Mendizábal Barrera no solo debuta como autora infantil, sino que también nos recuerda algo esencial: que la ternura puede ser una forma de coraje, y que en la pérdida también hay caminos hacia la luz.
...y para cerrar con broche de oro, la autora nos habla de su libro, en concreto. CáMARA FRiGORíFICA. CíRCULO D.M.



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