20231003

Elegía, risa de la muerte del chupasangre.


Por: Oscar Darío Velásquez Lugo.

Cuando un mosquito pica, pica y pica, dando puñaladas
En el letargo mental es difícil entender si hay motivo,
Sin embargo, uno siempre piensa hacia el mismo lado
Un ataque maldito, aquel aguijón malintencionado
Desesperado, envilecido, sediento por causarnos daño.

Cuando el mosquito arremete y da su espadazo
Las bestias se odian, saciar el hambre de la vida.
El héroe revoletea jubiloso sin advertir que ha parido un rival
Dos picotazos más consagran la furia consciente del nuevo
enemigo.

El cuarto sablazo es puto placer y lujuria
Esas últimas estocadas son un odio instintivo,
Una venganza diseñada con los siglos, amor por la supervivencia,
Una lucha de poderes en un paraíso de sordos y dioses
Ser contra ser. El sapiens confecciona su estrategia y así triunfar en la batalla.

Como dar caza al despiadado insecto, toallas, periódicos doblados
Zandalias, aparece en el escenario un arsenal de guerra inesperado
Quizá esos chupetazos de más sean desesperanza.
Saciar la ansiedad, la necesidad le han hecho perder la memoria
Se ha fortalecido pero a la vez sufre, Drácula se siente indigesto.

El alimento fértil al bomabardero ha debilitado
es entonces cuando una mano vengativa aprovecha para
cachetearlo, pashhh, pashhh.
Triunfante ve caer al bellaco, golpe certero, muerte instantanea
El cadáver patasarriba rie como si ese beso con la muerte le haya
hecho libre. SIN VéRTEBRAS. CiRCULO D.M.