20230327

VOLTAJE EN RE MAYOR - JOSÉ DIEZ (AKA ATAWALLPAC)






Por José Diez.


Las callejuelas que datan de 1,600 mostraban una ciudad acogedora y rica en delirios culturales: Amsterdam.

En los ´80 coincidimos muchos latinoamericanos que llegaron por razones políticas; desde luego, económicas, a este lugar. Cualquiera que fuera el rasgo artístico nos identificaba la música como punto de encuentro.

En esos tiempos reinaba la salsa, el coqueteo lúdico, con las jóvenes muchachas que parecían pintadas por Sandro Botticelli.
Las actividades políticas concertaban en fiestas que se prolongaban hasta la medianoche, la hora en que mister Drácula conquistaba a su presa.

Era menester de los sueños tener como pareja a estas divas nocturnas, escalofriantes y dispuestas a pasarlo bien, el otoño, el invierno y el resto de las estaciones.

Tuve la suerte y la manera correcta de conocer lo indispensable, para echar frutos al arte y sus raíces. Don Harold Lara, Óscar Velásquez, Sergio Aguayo, Patricio Olavarría; y los que pasaron por este territorio; Raú Rossetti, Jorge Menoni, Raúl Nuñez, Arturo Figari, el fotógrafo promotor de hologramas, Justo Mendoza, entre otros.
Teníamos esa mala costumbre de amanecer después de la fiesta y si el anzuelo no pudo cazar la presa asignada, se caminaba o se montaba en bicicleta calles abajo hablando sobre el arte, sobre los misterios de la literatura y los fabuladores de prestigio como Juan Rulfo, JC Onetti, MA Asturias, Roa Bastos, Lezama, Borges, Octavio Paz.
Sacudíamos la noche a carcajada limpia fumando un superlativo marihuanazo y trayendo a colación cualquier tipo de ocurrencias, humor negro, ironías, anécdotas, extravagancias que quemarse como un entrecot a la plancha. Ya que después se siente el gusto a trabajo y a la buena sazón.

Hoy, la cultura latino holandesa ha cerrado las puertas a esa labor entusiasta de aquellos años; pero queda una a cargo del peruano Rómulo Meléndez y del chileno Pablo Garrido, cuyos recitales se hacen esporádicamente en la institución Casa Migrante.

El gran océano del tiempo, del silencio, se ha llevado a muchos amigos y conocidos a los reinos oscuros de la tranquilidad. A Harold, Patricio, Rossetti, Menoni, padre Theo, Aguayo, Apio, Augusto, Tiziana y muchos más.

Hoy solo me queda resistir ante el nefasto tiempo que pasa con su impecable gabardina, desentendido de toda inmortalidad, que es fruto del pensamiento, el recuerdo y las grandiosas ganas de vivir.
23.03.2023. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.