20200331

Amabacomonadie - Rómulo Meléndez



Amabacomonadie.
Amaba a la vecina, a la profesora, a la compañera de clases.
A todas las que me querían estudiar.


Amabacomonadie.
De día y de noche, de madrugada, en la pista de patinaje, en el 8 de Mayo, en la piscina,  en el ‘bubbelbad’.
En el tren.


Amabacomonadie.
En el sofá (del dueño de casa), comía sus chips y los pechos de su futura esposa.
Era un juego sin futuro.


Amabacomonadie.
Desde la calle Peperstraat  hasta Fokkerstraat, desde Oosterweg hasta el ‘Indische buurt’. 
Calles lluviosas de Groningen.


Amabacomonadie.
Escuchando a Pearl Jam y Rage Against the Machine o Cypress Hill.
A Chacalón y los Mojarras.


Amabacomonadie.
Bailando salsa, tango y merengue. El perreo no era aún conocido.


Amabacomonadie.
Tratando de estudiar, primero para bibliotecario, después para profesor y más tarde no sería nada de aquello.


Amabacomonadie.
Sin pensar en nadie, sin mirar daños colaterales, sin saber si quedarme o no.
Muriendo y resucitando en cada encuentro.


Amabacomonadie.
Treinta años más tarde sigo amando con el pecho fruncido y color gris en mí cabeza.
Las pulsiones, en el recuerdo, han quedado intactas. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.