por Rosa ¨Tijeras¨Albarrán.
Si señor, un hombre que usa sus nombres y apellidos completos. No hay dos en la tierra.
Hoy es el turno de Óscar Darío Velásquez Lugo, un músico colombiano, que también escribe, actúa y llora al compás de su clarinete.
En los museos se encuentra gente interesante y es en el Stedelijk donde nos topamos con Oscar, de la mano de su inseparable instrumento musical.
Oscar Muixca, el Stedelijk junto con su clarinete. Un trío lógico ya que él músico vive en la capital y se transporta en su caballo de metal por doquier tarareando sonidos tropicales, siempre en busca de cultura, y los museos derraman cultura. Además algo se tiene que hacer un fin de semana.
Esperando en la cafetería del Stedelijk y porfín escucho una voz casi grito ROSAAAAAAA, claro es el Príncipe del Clarinete con su vestimenta, cómoda, casual y con un toque gracioso.
Mientras toma un café de moda lo sigo observando y observando. Su t-shirt con letras en color rosa eléctrico diciendo YO SOY LATINO (en Inglés). Lo que supone un orgullo permanente de su procedencia.
Continuamos con dirección de las Salas de Expo. Donde encontramos a mí guiador e ícono, calentador de canales y otras delicias, Miguel Ángel Cárdenas, casi tengo un orgasmo espontáneo y felizmente está Oscar a mi lado, y me sujeto de sus brazos delicados pero firmes, para no perder el control. La Expo se llama Ik ben geboren een buitenlander, wow.
Después de ver y caminar por todo el museo, buscamos luz para nuestros ojos. Para mirarlo mejor y poder describir su estilo.
El cóndor Muixca, abre sus alas y empieza a modelar su vestimenta negra con aplicaciones coloridas fosforecentes balancea la sobriedad que tiene el color negro.
Su pantalón con aire arabesco haciendo juego con su nariz, que en lo personal me gustan los que pueden aspirar con tenacidad, y sus zapatillas me emocionan recordando al Chapulín Colorado.
Nos cuenta que casi siempre lleva una gorra y sale de los esquemas de etiqueta vistiendo zapatillas con pantalones extravagantes en combinación con colberts tradicionales.
Concluyendo, Oscar & clarinete son almas gemelas, sonidos amables, elegantes, adaptables a todo cuerpo fémino.
Y lo veo perderse en la inmensidad de las calles de Ámsterdam. D.M. Moda. CíRCULO D.M.
Mu gustan tus observaciones, Primorosa. Apasionadas, estéicas y sobre todo acertadas.
Juan C. Tajes