20171230

Navidad y año nuevo, para recordar



por Cucuyo F.

Quiero sentarme a una mesa descomunal donde  una enorme familia de casi tres generaciones se dispone a sentar frente a una colorida y abundante cena de Navidad.
Donde  abuelos  patriarcas bonachones  gozosos esbozan una sonrisa  del correteo de los  nietos bulliciosos y juguetones.
 Donde los hijos con sabias canas reflexivas inician una tertulia agitada  con sus  jóvenes hijos emprendedores sobre  proyectos exitosos.  A un lado se sientan  las tias solteronas felices por sus logros  que reemplazaron su maternidad, Por otro lado llegan  las  muchachitas aún  inseguras de sus belleza pero muy coquetas y amigueras, cuyos cuerpos aseguran una maternidad exitosa.
Quiero una cena preparada por esas manos habilidosas de experimentadas cocineras, cuyas recetas exquisitas guardadas con  amor  pasaran sucesivamente de generación en generación.
Quiero que la música suene como un himno que todos súbitamente comienzan a cantar con copa en mano y que  la algarabia derrame toda la habitación  dando comienzo a la tan esperada cena navideña. La cual reforzará aún más los lazos de ésta familia tan colorida y exquisita como la cena.

Esas son las navidades que quisiera recordar....  navidades de TV, de película norteamericana, con actores de Hollywood, con final feliz...The End.
 Eran  películas que siempre  miraba mientras esperaba que mi madre me llamara a la mesa, cenábamos los dos solitos,  una sopita de pavo y arroz. Sin dejar de ver la película cenábamos hasta que fuera hora de ir a la Misa de Gallo, yo niño aún me aburría y detestaba ir a misa para oir un  sermón largo y complicado.
Al regreso a casa mi madre me daba mi taza de chocolate y un trocito de panetón para luego colocar el bebe de yeso en un pesebrito que era toda nuestra decoración navideña,y  finalmente me acostaba.
Al dia siguiente al despertarme miraba bajo mi cama,  habia generalmente un juguetito de plástico y un cuentito de unas cuantas páginas, Mi madre sorprendida me decía que Niño Dios me lo había traído, pero de alguna manera yo sabía que no era así, un niño no podrá hacer eso, Papa Noel sí, aunque después dudaba porque ese señor solo hablaba inglés.
 Muy  silencioso ya  no la escuchaba porque estaba compenetrado a la lectura del cuentito nuevo.

Cuando llegué a este país, las navidades se me hicieron inexistentes, sólo lo notaba en el decorado de las tiendas y calles,  trabajaba mucho y sólo deseaba descansar y dedicar mis  días navideños  para lectura y ver películas .

El Año nuevo era algo que no me deprimía tanto como la  Navidad, quizá porque el espectáculo de las luces y los fuegos articiciales es público, y no importaba donde estuviera podía verlo de cualquier punto del país, el cielo iluminado y la reventazon  ensordecedora me hacía sentir vivo y menos solo. El espectaculo duraba largo tiempo y al terminar el conteo,  toda la gente se abrazaba con cualquiera que estuviera a su lado, había comenzado el nuevo año, todo lo malo quedaba atrás.

He tenido muchas navidades solitarias y año nuevos que pasé durmiendo,  poco a poco formé mi familia y he tenido las navidades tradicionales, el estrés de comprar regalos, de preparar la cena, de adornar el arbolito, de organizar las fiestas de fin de año, comprar los fuegos artificiales y todo lo demás.  He tenido años buenos y años malos, han sido felices y prósperos, pero también tristes y solitarios.  He hecho promesas que cumplí y muchas que aún no cumplo.

Este año compré  panetón y me preparé una sopita con los restos del pavo que sobró de navidad, prendí la tv y eché una lágrimas algo que no hacía en mucho tiempo.   Felíz Navidad y próspero año nuevo. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.