Por Cucuyo F.
A pesar que provengo de una familia donde consideramos el ahorro una
cualidad muy importante, no me considero tacaño ni ridículo.
Siempre me ha dado mis gustos en comprar algo fuera de mi
presupuesto, pero mas disfruto de poseer artículos de buena calidad
y de bajo costo.
En mi país jamás vi una tienda de segunda o de reciclaje, excepto por una de antigüedades,
hasta que llegué a Europa.
El holandés, en su gran mayoría,
es ahorrativo y muy habilidoso, todo lo quiere hacer él mismo, lo
cual no significa una cualidad innata en el holandés, es más, basta con
ver en las calles el día de recojo de enseres, muebles, sillas poco usadas,
estantes en perfectas condiciones, etc
todos estos cachivaches que jamás lo tiraríamos en mi país, yacen en la calle
tirados como olvidados por su dueño.
Pero lo tiran porque simplemente quieren algo novedoso.
Cuando son objetos de calidad, joyas, muebles y ropa
si se heredan, pasan de familia
en familia, hasta que se pierden entre
una generación y otra.
Recuerdo que mi suegra contaba
que su vestido de novia había pertenecido
a una abuela y después al nacer su primer hijo, este vestido sirvió para hacer
su traje de bautizo y hasta un vestido de primera comunión para una prima.
Confieso que me cuesta tirar algo, asi esté viejo y no funcione ,
simplemente por lo que me recuerda, por la historia que lleva consigo, si.
confieso que soy un nostálgico empedernido.
Mi mujer (holandesa) posee un
talento natural para encontrar tesoros en los mercadillos que organizan en el
barrio (rommelmarkt) o también en las tiendas de segunda mano o de reciclaje o vintage (para que suene mas sostenible y chic).
Es casi un deporte que le encanta y casi siempre logra premio y no es la única, hay muchos holandeses que
compran artículos usados muy barato,
para venderlos via internet, por un precio extra.
En sus expediciones se lleva una bolsa grande (reciclada) y una lupa
para ver bien el sello bajo la porcelana o si es de
plata o material noble y leer bien la
etiqueta en el caso de la ropa.
Indudablemente, el Dia de la Reina (ahora del Rey) está en su paraíso,
con muchisimo estrés ademas.
En un mar de artículos revueltos, de toda índole, con un ojo experto a
vuelo de aguila y a una velocidad
peatonal calculada sin parar en cada puesto
a menos que desee examinar algo, puede
detectar un objeto de calidad, si
tiene valor artístico o de colección (nada
de plástico o imitaciones baratas) horas
y horas.
A veces la acompaño en sus cacerías, le muestro una camisa que me
agradó, y como una maestra a sus discipulos me dice:
lee la etiqueta, y si dice: Made
in China es polyester, vas a sudar como
caballlo, me advierte. No compres porque es barato! Sólo si te gusta, si lo necesitas y claro... sea de tu talla, sino
ni regalado!
Cuando mi madre estuvo de visita en Holanda el año pasado, admiraba el gusto de mi mujer, le preguntó donde habia
comprado tan linda pulsera de exquisito
diseño?
Mi mujer esboza su sonrisa de Monalisa y le dice : Adivina cuanto crees que me costó?
Luego se carcajea al oir las sumas astronómicas y poniendo ojos de
diablilllo travieso le confiesa: Dos euros, y eso! porque el seguro estaba roto. Mi madre
boquiabierta no puede creer el precio.
Luego dirige una mirada examinadora hacia mi cinturón de cuero repujado
con una hebilla brillante y me dice: no me digas que pagaste también una
miseria por eso?
No puedo evitar dejarla con ese interrogante y me alejo con una sonrisa enigmática.
Al día siguiente ambas se fueron
juntas a recorrer aquellos rincones donde probablemente encuentren tesoros
olvidados, bien armadas de bolsas, con
bocadillos para el camino.... y sendas lupas,
feliz cacería! SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.
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