20150212

SPIEGELS - FENG SHUI


por Velda van der Zwaan.

­ -Su estado de cuenta bancaria está en rojo. Sus current bankbewegingen están que

arden. Qué piensa hacer usted al respecto, mevrouw Z.?

-Bueno.. (mirando con ojos bien abiertos al interlocutor en ciernes) todo está en un estado

de continuo fluir. Estoy en el proceso de cambiar esos movimientos. Me siento positiva al

respecto. Todo necesita tiempo.

-Ejem.. claro, entendemos (su cara denota preocupación). Nos satisface saber que están

sucediéndose esos cambios en aras del buen y continuo fluir con nuestra entidad

bancaria. Usted sabe, mevrouw Z. que estamos a su servicio, si necesitara asesoramiento

sabe que puede contar con nosotros. (sonrisa de satisfacción, de eso se trata todo).

-Gracias. De verdad. Para mí es un gran alivio saber que puedo contar con su ayuda y

buena disposición. Los iré informando sobre el proceso. Estoy en ello. (cierra telón.)


Pasaban los días, y en kleine Lelydorp la vida seguía su continuo rodar. Como las ruedas

mágicas de la cruise. Los días se pasaban. Y la angustia, el temor, el stress.. pasaban a

perderse en la distancia. Estaban ahí. Siempre. Ocultos. Igual, yo sabía, el presente era mío.

Vivir sólo cuesta vida, cantaba el Indio (Solari). Y es verdad. La vida es ese continuo fluir de

circunstancias que parecen ir completamente opuestas a lo que esperaríamos. Igualmente,

los polos se atraen, las cuerdas se unen y todo es parte de un universo paralelo que está en

todos lados. Todos somos uno.

Entre las correrías de la vida, el ser madre soltera, las mil y una noches, todo exacerba el

infinito. Y ese sentimiento tan pleno, y tan oscuro al mismo tiempo, tan cargado de intensidad

que habita. Casi duele.

Y entre estas pausas del tiempo y las peyorativas sinceridades de cada uno, mevrouw Z.

sabía – confiaba con todos sus santos y ángeles a coro en trino vivo – que el tiempo

superaría todas las expectativas. Ese tiempo que ella misma tenía que darse. Ella sabía. Las

ideas galopaban, por momentos echaba rienda suelta a toda esa melena. Sabía que llegaría

ese día. Se estaba preparando. Era cuestión de ver la oportunidad y tomar coraje.

Vivir sólo cuesta vida. Y esa vida se va.

Hay una llama, una luz brillanteque encandila todo a su alrededor. Ese aura llega lejos por

kilómetros. Todo lo toma, todo lo absorve. Lo vive. Lo siente. Lo hace suyo. Es un cambio de

energías. Se transforma.

Los pensamientos son sagaces. Saben. Lo que las palabras dicen. Ahí está la clave.

Momentos dulces. Tiernos. Llenos de vida. Esos hijos de la vida.

Lo que soy y lo que no soy. El otro que es igual a mí, y al mismo tiempo es otro. Es diferente.

Tiene otros rasgos. Otra idiosincracia. Otro mundo. Otras preferencias. Otras muchas cosas.

Infinitas. Un mundo vasto de diferencias. Que nos unen.

Los polos se atraen, más es menos y menos es más.

Yin y Yang.

Al comenzar, pensaba en esos desaires que tiene la vida. De llamarte la atención donde más

te duele. En tu libertad.

Es un proceso. Todo lo que me permito a mí misma, lo permito en los demás. Todo lo

negativo atrás. Fuera bicho.

Afuera en ese incomensurable mundo, detrás de esa puerta en kleine Lelydorp, se aspira aire

nuevo. El cielo está abierto, tan cerca que parece de algodón. Supera todos los matices de

una pintura al óleo colgada en el Rijksmuseum.

Lo que hay, lo que somos, lo que recibimos y damos. Nuestra energía. Lo que manifestamos.

Es este contínuo fluir de acontecimientos, algunos al alcance de mi mano, otros lejanos y

otros muchos cercanos al alcance de mi radio.

Fluye todo fluye. Y se va la vida. Pasan los días, las semanas. Y todo pasa. Como tiene que

ser. El continuo cambio, el fluir. Vamos y venimos.

El estado de la cuenta. Ah, sí. Está en continuo cambio. Ahí, donde te duele y te falta coraje

para admitirlo. El coraje, esa palabra que te regala la voluntad, buscar más allá de tu comfort

zone, para saber dónde estás. De cara al mundo y a vos mismo. Spiegels.

Cambio y fuera. SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.