20150221

GABRIELA VALDéZ LEE A OLGA LILIANA REINOSO

Gabriela Valdéz lee un poema de Olga Liliana Reinoso,  durante el 1 RECITAL POéTICO SOLIDARIO INTERNACIONAL.

Olga Liliana Reinoso escribe poesía desde los 12 años, pero con el tiempo descubrió placenteramente el cuento y el ensayo. Publicó tres libros de poemas: "Estar con vos" (Rayuela, 1982), "Palabra de mujer" (Pico Duplicaciones, 1991), y "A Quemarropa" (Fondo Editorial Pampeano, 1998). Uno de narrativa “Cuentos con descuento” (Mis Escritos, Buenos Aires, 2007) y el ensayo “Educar para la paz: he aquí la cuestión” (Ministerio de Cultura y Educación, Santa Rosa, La Pampa, 2000). En 2010, presentó La sembradora (ficción autobiográfica, Llanto de mudo, Córdoba). Tiene tres libros inéditos: Crímenes impunes y otras maldades (narrativa) Nadie es la patria (artículos de opinión) Después de (poesía) Fue jurado en certámenes literarios, coordinó talleres de escritura, ganó premios en poesía, cuento y ensayo. Difusora de la literatura regional, nacional y universal. Organizadora de actos culturales. Ha participado como ponente en Congresos de Literatura en Buenos Aires, Puerto Montt (Chile), Montevideo (Uruguay), Caracas (Venezuela), Rancagua (Chile), Bogotá (Colombia), Zamora (Michoacán, México) y Panamá. Con su ensayo “Educar para la paz”, asistió al Congreso pedagógico en La Habana, Cuba (2001). Después de treinta años de docencia, se jubiló en 2008. Desde entonces, hace presentaciones en escuelas y todo tipo de instituciones, como recitadora y “narrautora”. Reside en General Pico, La Pampa. ( Argentina). SIN VéRTEBRAS. CíRCULO D.M.



SECRETOS

Hay secretos que corroen el alma,
 monstruos, que se agigantan con el tiempo,
y trepan como enredaderas
la pared entre el cuerpo y el alma.
Pero hay otros secretos
que son abeja destilada
dulce manta de viaje
pasaporte de lujo al paraíso.
Cada vez que se cruzan las miradas
se desliza una mano negligente
se espolvorea un beso distraído
se obsequia una palabra…
El secreto renace
nos habita
nos toquetea por dentro
nos urgencia.
Y otra vez el incendio es implacable.
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