20110930

LA NúMERO 23, HISTORIA DE UNA RECONSTRUCCIóN


Primera parte

-¿La última vez?
-hace 3 meses como me dijeron por teléfono
-La sala de espera está a la derecha al final del corredor. Tome un número y espere su turno.
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-Siempre puedes retroceder. Siempre puedes decir que no en el último momento.
-Tengo miedo, es verdad, al final es una operación. ¿o no?
-Si es una pequeña operación, pero ya se ha hecho antes y no hay registros de complicaciones.
-Retroceder no es una alternativa. Sabes que me matarían.
-Por favor,  vivimos en un mundo moderno.  Matarte está fuera de discusión.
-Sabes a lo que me refiero. No me matarían, literalmente. Pero vaya lío que me ganaría en la casa. Además de cancelar todo y de enviarme a Marruecos a la casa de alguna pariente que ni conozco.
-No puedo creer lo que me dices. Parece que habláramos del siglo pasado.
-No te rías que es cosa seria.
-El sexo es un tabú todavía en tu cultura. Pero tú vives en Holanda. Este es un país libre aquí nadie puede obligarte a algo que tú no quieres y además eres mayor de edad.
-Ni siquiera te imaginas. Es fácil para ti que tu familia no tiene los valores que nosotros tenemos. Sí, es verdad tenemos muchas libertades, los jóvenes son libres pero también responsables de respetar las tradiciones y honores familiares. Esto es un honor para mi familia.
-Es que no entiendo por qué tu padre tiene que decidir con quién tienes que tener sexo.
-No entiendes. El sexo está permitido dentro del matrimonio. Eso es un valor. Puedes decir antiguo, pero un valor.
-Mejor dicho obsoleto.
-Marieke, no voy a retroceder. Mi boda está a la vuelta de la esquina y desde hace un mes que me piden el certificado de virginidad. Por favor no me hagas las cosas más difíciles ya lo hemos hablado.
-No quiero hacer las cosas difíciles para ti, solo quiero que sepas que tienes más alternativas.
-La única alternativa que tengo ahora es reconstruir mi himen, sangrar en la primera noche, no pasar vergüenza ni con él ni con mi familia y asunto arreglado. Él no tiene que saber nada.
-Nada de nada ni de nadie, ni de Marc, ni de Joris, ni de José, ni de….
-Para, no seas mala, que me haces sentir como una puta.
-Como una mujer, querrás decir.
-Llegamos. La sala de espera por fin. Me muero de nervios. ¿Dónde puedo coger un número?
-Mira, cuantas esperando. Vaya qué popular es esto.
-No te burles.  Marieke?
-si?
-Soy la número 23. DEBAJO DE LA PLUMA. CíRCULO D.M.