20110827

REFUGIADOS EN HOLANDA

Por: Maribel Rodríguez Pérez

La guerra una de las principales sino la más grande causa de la pobreza, el sufrimiento, la soledad y la incertidumbre, situación en la que ninguno quisiera encontrarse pero que a menudo es la dura realidad que se debe vivir y a la cual todavía no se puede dar una explicación razonable, y es que a través de la historia el hombre ha siempre desencadenado largas y sangrientas guerras que han traído consecuencias desastrosas para la humanidad, inmensos baños de sangre en los cuáles sin piedad se han terminado existencias y culturas. Así llegamos al siglo XXI donde la guerra ha devastado pueblos,  seminando violencia de la peor especie, en el pasado se combatía con flechas y lanzas, hoy con armas tecnológicante avanzadas; en todo sentido la guerra se ha especializado y se ha desarrollado, lo que el hombre no ha podido superar son las tristes y angustiosas consecuencias que un desenlace armado puede traer y es que aunque si históricamente se ha mejorado, se han creado mejores y más costosas armas y se han alineado mejores formas de combatir, lo que ha dejado la guerra no ha cambiado ni ayer, ni hoy. Las mismas condiciones de desamparo e indignación continúan a ser el horror que millones de refugiados enfrentan a diario después de que sus vidas se ven perjudicadas y en la gran mayoría cortadas por estrepitosos episodios de guerra, bombas que caen, niños que corren a meterse in salvaguardo, el hambre que asedia, y mucho más hace pensar que como dice el Apocalipsis quizás es el fín del mundo, un mundo que así mismo se destruye. Son los refugiados las personas que viven más de cerca y con mayor tristeza la trinchera de la guerra, y los únicos verdaderos testigos de lo que significa no tener más nada,  jóvenes, niños y adultos, que escapan del propio país, que huyen de la guerra, donde ya casi todo lo han perdido, donde ya casi nada les queda, solo la ilusión de encontrar refugio y ayuda en otra nación, donde se convierten en forasteros y en muchos de los casos en blanco fácil de la discriminación y de la soledad.  Así han llegado muchos a Europa, ayudados por organizaciones internacionales como el ACNUR o ha menudo de la C.E. (Comunidad Europea), donde recibirán ayuda y solidaridad. Es conocido que el derecho internacional regula las relaciones de los refugiados y los motivos que estos tienen para pedir asilo o refugio. En Holanda se encuentran una gran cantidad de refugiados provenientes de muchas partes del mundo desde la Ex-Yugoslavia, hasta el extremo oeste del Asia, pasando por el África y la América Latina, países que han desangrado la propia especie y han destruido la propia identidad en guerras desencadenadas por causas civiles, políticas, religiosas o culturales, en muchos otros casos como Afganistan e Irak, guerras causadas por la corrupción política, el extremismo religioso y el racismo o como en América Latina por guerrilla y paramilitarismo armado. Actualmente existen en Holanda  varios centros de acogida o recepción donde se ofrece hospedaje,educación, asistencia médica y legal, donde se distribuyen bienes y alimentos, y donde además se organizan encuentros a nível psico-social y psico-afectivo. Los centros de acogida buscan recuperar jóvenes, adultos y niños, para la cuál emplean todos los medios necesarios, personal capacitado que con la debida orientación, asisten y colaboran en el trabajo como voluntarios. Holanda tiene tradición en ofrecer ayuda y hospitalidad a refugiados provenientes de todas partes del mundo, actualmente Holanda sigue refugiados en reasentamiento, esta es una alternativa para los refugiados que desesperadamente buscan protección y seguridad pero que no la encontraron en el primer país donde la buscaron, este plan de reasentamiento pretende cada año reasentar 500 refugiados en Holanda.(Noticias del Acnur, 13 de junio 2005). Holanda también cuenta con Vluchtelingen Organisaties in Nederland (Organización de Refugiados en Holanda), además de ser un centro de conexión entre los diferentes centros de acogida que se encuentran en toda Holanda y en otras partes de Europa, se ocupa del trabajo informativo y mediático, organizando debates y conferencias a nível nacional e internacional sobre Refugiados, aquí se tratan muchos aspectos como la integración, los derechos, las mujeres y los jóvenes refugiados, la emancipación, y muchos más.
Vluchtelingen Organisaties coordina actividades incentivando la búsqueda de nuevas formas de comunicación y socialización, de ahí la importancia de asambleas y reuniones en las cuáles se trata de cerca el argumento y donde la cultura y sus formas expresivas como son el arte y la música juegan un papel importante en la recuperación de refugiados, y en su aceptación. Vluchtelingen Organisaties se ocupa también de ofrecer información al respecto, posee un propio organismo a nível periodístico, multimediático e informativo, con la publicación de revistas, periódicos, libros y fotografías dan fé del trabajo organizado que se realiza en los centros de acogida con los refugiados y promueve el conocimiento del tema en sus diferentes aspectos. A pesar de que en muchas sociedades occidentales se lucha para erradicar cualquier condición de racismo o de discriminación, el debate continua, razón por la cual muchos de los programas que se siguen y mucha de la información que se distribuye busca crear interacción entre refugiados y exteriores.
Los diferentes centros de acogida para refugiados en Holanda disponen de personal voluntario que trabaja solidaria y profesionalmente, los voluntarios son parte primordial para cualquier programa que se desea seguir, razón por la cual jamás son suficientes y siempre son necesarios, ser voluntario significa sembrar semillas de paz y dedicar el propio esfuerzo y trabajo a los demás y de esto son conscientes los voluntarios que trabajan activamente en programas con refugiados. Ellos son el más importante y talvéz el único contacto que jóvenes y niños refugiados tienen con la sociedad. Su trabajo es el motor con el que camina cada programa, su actividad en los centros de acogida es necesaria e indispensable, su trabajo consiste no solo en  actividades manuales y de tipo doméstico como el ocuparse de la cocina, de la limpieza, de los lavados, sino también en trabajo de tipo administrativo y direccional, sin dejar de mencionar aquellos de tipo educativo, social y médico. También se siguen programas en los que se busca recrear y recuperar la actividad motora de jóvenes y niños para lo cual se organizan secciones especiales con la participación de voluntarios de varias partes de Europa y del mundo, así muchos jóvenes que están cursando la universidad con la debida motivación ofrecida por el programa y con la debida participación de la propia universidad adheriscono a diferentes iniciativas en este campo, ellos son los encargados de los programas especiales, muchos de ellos vienen de donde no hay guerra o donde la guerra hace mucho tiempo dejo de ser, estos jóvenes voluntarios con el debido conocimiento de la situación y de sus consecuencias viajan ilusionados de poder sembrar un poco de aquellas semillas que tanto se necesitan entre las personas que se encuentran en situación de refugiados. Muchos de los programas que se siguen en los centros de acogida son cortos, duran solo dos o cuatro semanas en este tiempo especialmente niños refugiados reciben instrucción, recreación y diversión, se trata de motivar y desarrollar el amor por si mismos y por la condición social en la que se encuentran, importante incentivar en los niños y jóvenes la aceptación de si mismos y el amor propio, y de allí se parte con el resto de actividades que darán lugar a espacios más tranquilos de sana competencia y recreación. La actividad diaria en los centros de acogida es nivelada y equilibrada, se comprende que en muchos casos los jóvenes no comparten las mismas ideas, esto muchas veces ocasionado de la diversidad cultural y religiosa en la que se vive, los centros de acogida hospitan niños de muchas nacionalidades lo que motiva la integración, el reconocimiento y la aceptación de los demás, la instrucción es basada en el respeto de si mismos y en el respeto de los demás. También se comprende que ha menudo se necesita tiempo, a veces el tiempo acompañado de un tranquilo ritmo de vida se convierten en la mejor medicina para aliviar los traumas ocasionados de la guerra.

Los hijos de la guerra
En un pueblo a 130 kilómetros desde Amsterdam,  ubicado en el centro oeste del país, llamado Markelo,  se encuentra un centro de acogida para refugiados, este centro ofrece hospedaje y asistencia a refugiados de cualquier nacionalidad, sexo y edad, además se realizan y desarrollan programas de recreación, actividad motora y deportiva, allí durante períodos cortos y con la participación de voluntarios de varias partes del mundo, se trata de incentivar durante cada programa la actividad psico-física y psico-atlética de cada participante. Markelo cuenta con una estructura funcional y recreacional dividida en diferentes secciones, donde encontramos espacio para el deporte, la cultura y la investigación, hay campo de tennis, basketball, fútbol y gimnasio, sala de conferencias completamente atrezada, sala de estudio y biblioteca, lo que hace más tranquila y productiva la estancia de sus hóspites. Aquí llegan voluntarios de todas partes de Europa, voluntarios que participan en la realización de programas de coordinación y movimiento, los programas van desde aquellos de tipo únicamente deportivo, dirigidos en varias disciplinas como tennis, fútbol, basketball, atletismo y otros,hasta aquellos de tipo social-recreacional como la danza, el teatro y el juego al aire libre, estos programas persiguen incentivar en jovenes, niños y mujeres la actividad motoria, la libre recreación y el contácto con el mundo externo, y cuando se habla de contácto con el mundo externo se hace referencia al contácto con figuras o personas al de fuera de aquellas que viven a diario con ellos o que como ellos se encuentran en la misma situación de refugiados en Holanda. Cada programa es dirigido de expertos en materias humanístas, sociólogos y psicólogos, que conocen de cerca el tema y sus características, trabajan con voluntarios especializados en asistencia de tipo psico-social, voluntarios con experiencia en el séctor deportivo y recreacional o simplemente jovenes voluntarios que viven y práctican el deporte y que quieren compartir con otros símiles la positiva experiencia que recavan de este. Incentivando el deporte y la participación física los voluntarios tratan de desarrollar en los niños y jovenes técnicas de comunicación que van más allá del lenguaje, a diario toman nota de lo que sucede durante cada entrenamiento, prestan atención a todos los detalles y suministran información que después será utilizada en programas sucesivos, es importante notar que cada participante posee una propia tarjeta, en la cuál se pueden describir  sus habilidades y sus dificultades, los voluntarios trabajan en estos dos aspéctos, “He trabajado como voluntaria en diferentes programas, estoy terminando la universidad a Zwolle en Holanda, estudio psicología, a partir del próximo año vendré a trabajar aquí a Markelo”, en la mayoría de casos los voluntarios actuán motivados por un espíritu fraterno o de solidaridad que nace durante la universidad o la escuela superior, “Estoy por graduarme en Derecho en la universidad de Salamanca en España, amó el deporte, practicó el basketball y el fútbol, cuando supe del programa no dude en venir, me gusta divertirme y hacer divertir a los demás, fuera de esto entiendo la necesidad de compartir con los chicos que aquí se encuentran y lo más importante de dar algo”, “Estudio Ciencias Sociales en Roma, para mi la guerra es triste no solo para los que con ella deben convivir, sino para todos nosotros que la vivimos como espectadores, pienso que es más díficil para nosotros espectadores, pués no podemos hacer nada para evitarla, al venir como voluntaria pienso que doy cuál cosa de mi a los demás y lo más importante ya no soy espectadora de la guerra, sino que la combato, no con otra guerra sino con la paz, que nace en programas como los que a Markelo se realizan”, los jovenes aprecian y aman la vida, ellos quieren decir a los demás que están con ellos y que comprenden su dolor, “nosotros solo queremos decir que somos vuestros amigos, aunque si hemos nacido en países diferentes, aunque si nuestro color es diferente,  o nuestra religión, política o cultura, en el fondo nos sentimos iguales, y queremos que ustedes cuenten con nosotros”, estos son algunos de los comentarios de los voluntarios que han participado en programas especiales a Markelo. El día a Markelo comienza muy temprano, en la mañana se tienen los entrenamientos en el gimnasio, fitness y ejercicio físico, después se tienen los entrenamientos a nível deportivo, en la tarde se tienen lecciones de danza y teatro en las cuáles el movimiento es muy necesario, fuera del movimiento físico también se da atención a la comunicación y a su importancia, la comunicación visual y linguística es construída con charlas, conferencias y debates en los que todos pueden participar, se organizan también encuentros de lectura y de poesía, también se organizan encuentros en los que se invita a los niños y jovenes a contar en público su propia experiencia, lo que han visto o lo que han vivido esto sirve no solo a incentivar en ellos la autocomprensión sino también a hacer participes a los demás de la propia experiencia, evitando miedos y autoevaluaciones erradas que pueden crear barreras entre refugiados y exteriores, “Cuando llegue en Holanda me avergonzaba contar que era refugiado y que vivía en un centro de acogida, pensaba que los demás me juzgaban por esto, trataba de socializar lo más poco posible, casi nada. Después de haber escuchado a mis otros amigos hablar en público, me di cuenta que no era el único a sentirme así, que muchos de los que aquí vivimos teníamos la sensación de ser juzgados por el mundo, con el ayudo no solo de las charlas, de los psicólogos y voluntarios, ahora puedo salir y al menos trato de hablar y de no sentirme rechazado” , hoy Mohammed, proveniente del Afganistán, después de haber perdido toda su familia, ha encontrado que su nueva familia esta en el centro de acogida de Markelo, “Aquí hay jóvenes de todas partes, muchos como yo han perdido la familia y ahora podemos pasar juntos tiempo y sentir que tenemos nuevos hermanos y una nueva familia”. “Soy muy contento cuando se organizan los programas especiales con torneos de fútbol y vienen voluntarios de otras partes de Europa, me ha gustado mucho que este año me han enseñado a bailar, me gusta mucho escuchar la música latinoamericana, he pedido a la chica voluntaria que me enseña a bailar que me preste algunos de sus casettes así yo puedo registrarlos y escuchar salsa y merengue”. Markelo es también un lugar donde se puede vivir al aire libre y al contacto con la naturaleza, fáctores importantes en la reconstrucción de la propia vitalidad, “Aquí puedo ver el amanecer tranquilo y el oscurecer a la tarde cuando cae el sol, cosas que no podía ver en mi país, escapaba o mantenía encerrada de miedo”, estas son las palabras de Korine,  una mujer de edad media, que escapó de la guerra en el Kosovo, donde vió asesinar a su marido, “he pedido ayuda y he sido refugiada en Holanda, aquí estoy hace dos años con mis dos hijos, pero talvéz el próximo mes debo irme de Markelo, porque me han encontrado otra ubicación, debido a que mis niños tienen que comenzar a frecuentar la escuela estatal”, como podemos ver la estancia en los centros de acogida posibilita la integración de los refugiados en la sociedad holandesa, después del tiempo que pasan aquí  en muchos casos son trasferidos, esto dependiendo de la situación en la que se encuentran, en muchos otros casos sus hóspites viven aquí por un largo período de tiempo hasta que la guerra en sus países termina, o hasta que encuentran situaciones mejores de vida, otros pasan aquí cortos períodos porque van para otros centros de acogida. El centro de acogida de Markelo hospita refugiados que vienen de diferentes países en guerra como Kosovo, otros países de la Ex-Yugoslavia, Africa y Asia, entre ellos Afganistán, Irak y Angola. Allí reciben instrucción, el conocimiento del idioma Neerlandés (Holandés), que se convierte en el nuevo idioma de comunicación, “Nací en Sudán, escapamos de la guerra, ahora vivo aquí con mis hermanos y mi madre, me gusta estudiar, además entiendo que para vivir en Holanda es necesario aprender el idioma”. En Markelo sus hóspites reciben además educación manual, esta educación viene organizada en diferentes cursos, como por ejemplo, curso de  electricidad, de ebanistería, de carpintería, en estos cursos la mayoría de participantes son hombres, existen otros cursos como el de cocina, tejido, lavandería, etc, donde la mayoría de participantes son mujeres, estos cursos además de ofrecer capacitación, sirven para crear un propio sistema de trabajo en el centro de acogida, los participantes a los cursos despúes realizarán estas actividades en el centro de acogida recibiendo un salario a cambio, podemos decir que estos cursos son la base de una propia microeconomía tanto para el centro de acogida como para sus hóspites, “Vengo de Sierra Leona, en mi país trabajaba como carpintero, por eso al llegar aquí decidí participar en el curso, además de perfeccionarme como carpintero,gano un poco de dinero y paso mi tiempo ocupado” “Soy Sómala, cocinar me gusta y además me siento útil”.  Es dífícil para cualquier ser humano aceptar una condición de refugiado, emotivamente son personas sensibles y ha menudo frágiles, no es fácil verse obligado a renunciar a todo y escapar para poder proteger la propia vida y la vida de aquellas personas a las que se ama, como son parientes y amigos cercanos, pero con esto y mucho más, ellos deben aprender a convivir día y noche. Los centros de acogida tratan solamente de suministrar ayudo y tranquilidad, esto no quiere decir que el pasado se olvide o que la nueva sociedad pueda sanar todas las heridas. Para terminar podemos entonces decir que cualquier cosa que se hace es siempre poca y que a pesar del esfuerzo que se hace, siempre queda tanto por hacer. AL FONDO HAY SITIO. CíRCULO D.M.