Acaba el rutinario corte de pelo y su respectiva lavada, con dolor de cuello, y suculento masaje capilar.Los salones de belleza-como los hombres- evolucionan pero las tradiciones- como los apellidos- no cambian. Kapsalon Anneke en mí antiguo barrio en Ámsterdam-West.Cada tres meses puntual a la misma hora y por el mismo canal.CáMARA FRIGORíFICA. CíRCULO D.M.
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