El LAFF 2009 acaba de finalizar. CíRCULO DILECTO RADIO estuvo presente. Hemos visto diferentes películas y entrevistado algunos de los protagonistas. A continuación siguen dos recapitulaciones personales de nuestras redactoras. El material recopilado durante nuestra presencia en el LAFF 2009 se encuentra en nuestro blog. Rómulo Meléndez, Alejandra Nettel, María Epelde, Lydia M. González Zapata & Alexa Schulz estuvieron presentes en el LAFF 2009, en nombre de CíRCULO DILECTO RADIO.
Por: María Epelde
Recapitulación e impresiones post-Laff
Para empezar. Ha sido un placer tener la oportunidad de participar en el festival y ver algunas de sus películas. Además, es un festival familiar y animado. El reducido espacio del cine principal y sus alrededores ayuda a que vayas encontrando a las mismas personas día tras otro y se crea cierta familiaridad con los demás participantes y el personal trabajando allí. La oferta de películas ha sido en general de buena calidad y las otras actividades paralelas organizadas, invitaban a la participación y a una interacción interesante entre creadores, actores y público.
Para seguir. Acabo de decir que la oferta de películas ha sido buena en general. Detengámonos algo más en este punto. Yo he visto nueve películas, he participado en un par de coloquios y me he informado de las demás proyecciones y de lo que ocurría durante los días que ha durado el festival. Mi visión particular es que las películas se salen de la imagen estereotipada de Latinoamérica para tratar los temas, las narraciones y los personajes desde una visión actualizada y revisada de la cultura latinoamericana, y sobre todo, desde una serie de propuestas con el acento puesto en los valores artísticos del cine.
Se ha dado mucho protagonismo a directores y actores nóveles, así como a propuestas innovadoras, por ejemplo, las del llamado nuevo cine mexicano. Creo que hay cierto equilibrio entre propuestas más intelectuales y con una visión artística contemporánea y concreta, y entre propuestas que muestran otras realidades de forma menos arriesgada, y tratan temas como el de la comunidad lindígena, el del vacío y la búsqueda de identidad en las grandes ciudades, el viaje, las relaciones humanas. Merece mención aparte la sección de documentales, en general de muy buena calidad, que en este tipo de festivales tienen un papel tan importante como el de las películas en el retrato de la realidad de los países Latinoamericanos.
Y para ir terminado. Tengo que decir sin embargo, que en muchas ocasiones salíamos del cine con el ánimo algo abatido. La mayoría de las películas retratan enormes dramas y lo hacen con recursos estilísticos de impacto (Bastardos, Gasolina...). Otras que son más ligeras, nadan en una dulce melancolía (Lluvia, Cyrano...) y son menos las que tratan de buscar la luminosidad y el optimismo. En general, sin embargo, el programa ha sido lo suficientemente amplio para que suponga una muestra con fundamento del actual cine latinoaméricano. Desde luego se trata de un cine vivo, lleno de fuerza y energía que mantiene la búsqueda de un lenguaje propio y de ser el protagonista de su propia historia.
Por: Lydia M. González Zapata
El post festival
Acabado el quinto festival de cine latinoamericano, muchas cuestiones han quedado desveladas. Para mí, una de las más importantes es que artísticamente, los directores del centro y sur de América, no tienen nada que envidiar a los del norte. Bueno, quizá sólo en cuanto a los presupuestos.
El séptimo arte en Latinoamérica, encuentra su expresión más natural. Los actores, en muchos filmes, son novatos, parecen escogidos de las mismas calles en las que luego se rueda la película. Eso le aporta a la cinta un realismo que no podrían conseguir los cheques de muchos ceros pagados al célebre actor.
Me gusta de este tipo de cine, que tiene su propio sello e identidad. He descubierto tras asistir a las proyecciones de Linha de Passe, Acné, Gauchos, El Camino, Coyote, Los Bastardos, Ché elArgentino, que un nuevo estilo de hacer cine ha nacido. Es un cine de bajo presupuesto, comprometido socialmente, espejo de la sociedad latinoamericana, que incansable, lucha contra los cánceres que la acosan, como los peligros que acechan a los miles de niños huérfanos que viven en las calles, los constantes ríos humanos que emigran clandestinamente, el negocio de los gobiernos gracias a esta inmigración ilegal, los zarpazos de la droga que quieren hacerse con un joven más a cada segundo, la normalidad de poseer armas de fuego.
Por otro lado, la alegría de esas personas que encaran graves problemas a diario (la pobreza, la enfermedad, la falta de oportunidades) y encuentran su energía en sus familiares o en un bello paisaje. La esperanza, no les abandona.
Concluyo repitiendo que este cine latinoamericano, no tiene nada que envidiar al comercial que invade las salas de proyecciones en todo el mundo, que absurdo y vacío, invita a una fuga mental, pero con fugarnos mentalmente, no se arreglan los problemas. Se necesitan más festivales como este, y que muchos directores comprometidos, no encuentren problemas a la hora de exponer sus filmes, que tanto ayudan a concienciar a la gente en este mundo global.
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