por: Lydia M. González Zapata
“La policía mexicana de fronteras, alquila sus uniformes a los asaltantes en las horas libres”, dice Rodríguez
Los alrededores de donde se está celebrando el V Festival de Cine Latino Americano son un hervidero de jóvenes y mayores, que entre filme y filme, toman una cerveza fría en la terraza. El tiempo está siendo inmejorable. Los actores y directores se mezclan naturalmente con el público bajo el sol primaveral.
La sala está llena. Se proyecta el documental Coyote, del director español Chema Rodríguez, que invitado por el Instituto Cervantes de los Países Bajos, forma parte de la competición oficial.
Simpático y satisfecho de su rodaje, Chema Rodríguez se sienta conmigo y accede a tener una entrevista para Círculo Dilecto Radio. El documental, hecho entre Guatemala y México, muestra cómo un coyote, un guía de las mafias que trafican con quienes buscan una vida mejor al otro lado de la frontera, lleva a un grupo de guatemaltecos hasta los Estados Unidos. No es fácil ni barato ese viaje. Es un documental que enseña fidedignamente una aventura de esas características.
-¿Cómo se rueda una cinta así?
-Es una película que nos llevó un mes y medio. Éramos cuatro personas. Todos hacíamos un poco de todo. Es importante, en una película así, contar con un equipo versátil. Seguimos a los inmigrantes ilegales continuamente, pero sin que se notara. Viajamos en los mismos transportes que ellos, pero como si no nos conociésemos. Ellos llevaban micros escondidos y guardaban una cierta distancia con nosotros.
-¿Qué dificultades encontraron?
-Sobre todo la policía mexicana y los asaltantes, que nos atacaron en muchas ocasiones. Tuvimos que pagar mordida para poder seguir avanzando. Esa franja de Centro América hacia los Estados Unidos, después de los lugares en guerra de la tierra, puede que sea la más peligrosa, por la cantidad de asaltantes que hay. Lo curioso es que son pobres robando a pobres.
-¿A qué franja de tierra se refiere?
-Al cruzar la frontera guatemalteca, están los estados de Chiapas y Oaxaca. En ellos, el gobierno mexicano ha instalado puestos de vigilancia de movimientos migratorios. Los inmigrantes pueden cruzar pagando grandes mordidas o como la mayoría hace, a través de ríos, montañas o la selva. Los asaltantes lo saben. Hay muchas bandas que esperan al inmigrante para robarle lo poco que lleva.
-Es tan evidente el movimiento migratorio, que es difícil pensar que los gobiernos no ganan dinero con ello.
-Claro. Piensa que es una gran mascarada, un gran teatro. Estados Unidos pagan enormes cantidades de dinero al gobierno mexicano para que capture o deporte a cierta cantidad de gente por día. Una vez que esa cantidad de capturados está cubierta, que es de tres mil personas diarias, a los demás que lo intentan les cobran mordida. Por lo tanto, dejan pasar a la gente para cobrarle, y luego devolverla a Guatemala, donde empiezan de nuevo el viaje. Si realmente quisieran los gobiernos acabar con esto, podrían, dado que la franja de tierra es muy estrecha. Imagínate que son quinientos mil inmigrantes, que dejan su dinero en las fronteras por medio de robos, perpetrados por la policía mexicana (quienes alquilan sus uniformes a los ladrones en las horas que no han de vestirlos) y los asaltantes. Y no olvidemos que Estados Unidos paga al gobierno mexicano mucho dinero para que detenga a los inmigrantes. Por lo tanto, estamos hablando de muchísimo dinero.
-Las imágenes de los inmigrantes cruzando el agua para llegar al otro lado, recuerda a los inmigrantes africanos que intentan llegar a España. ¿ha pensado en hacer algún documental sobre esto?
-A mí me interesa sobre todo el periplo humano y las relaciones humanas en esos viajes. He trabajado en África cuatro años y sé las dificultades para que los africanos expresen las emociones delante de las cámaras. Es debido a la frontera idiomática y a la cuestión cultural. No es fácil entrar en sus corazones (…) a los latinoamericanos no les cuesta abrirse.
-¿cree que el tráfico con seres humanos puede tener alguna solución?
-Mientras las diferencias económicas y de oportunidades, especialmente la última, entre vivir en Mali o los Países Bajos sean tan brutalmente radicales, seguirá existiendo el deseo de aquéllos de Mali de venir a Europa. La percepción que se tiene de nuestro mundo en Guatemala o en Senegal, es que aquí es mucho más fácil ganarse la vida. Además, es verdad. Por mucho que aquí puedan sufrir, no es comparable con la falta de oportunidades y el sufrimiento que tienen en sus países. La gran mayoría consigue instalarse y consiguen la oportunidad que nunca tuvieron en sus países. Las diferencias entre los mundos se ahondan, y por eso los movimientos migratorios son mayores.
-¿Por qué ha elegido Guatemala para su primer y también segundo documental?
-Voy a Guatemala desde hace quince años. Tengo familia allí. Pero la historia que cuento es universal. Estos personajes podrían ser birmanos, salvadoreños o marroquíes. Al final de todo es una lucha por la dignidad humana.
-¿En qué está trabajando ahora?
-En una película sobre sordo ceguera.
-Pues, mucha suerte. Espero que consiga más premios con esta cinta.
-Bueno, hay tantos premios a repartir que conozco a poca gente que no tenga uno. Lo importante es seguir pedaleando en la bicicleta. Seguir trabajando.CíRCULO D.M.
La realidad migratoria es la realidad generadora de violaciones, despojos y sobre todo gran negocio para ambos países.
Es una desgracia que tengamos que comernos unos a otros haciendo polvo y negocio con terceros.
"El peor enemigo del ser humano es él mismo", no me extraña que lleguemos a tal corrupción en mi país, y es que, los mexicanos estamos acostumbrados a hacer negocio de todo, según; "para poder subsistir", siendo ésta la excusa mas barata para aprovecharnos de aquellos que con tanto esfuerzo atraviesan las fronteras para buscar una forma mejor de vida, solo eso, una forma mejor sin pensar que el hecho de cruzar la frontera en un primer filtro como lo es México ( en el caso de los centroamericanos y sudamenraicanos ), es tan solo el comienzo del calvario antes de lelgar a la meta final, pues el cruce hacia Estados Unidos es todavía peor.
Aún así los inmigrantes siguen arriesgandolo todo, ¿para qué? para llegar a un país sin derechos, mezquino y racista.
"God bless America"
Alejandra Guerrero