Cuando hablamos del novio perfecto, nadie en nuestro género masculino, podría calcular la magnitud de la cantidad de apreciaciones, prototipos y patrones que ellas usan para imaginarse o inventar al novio perfecto o como una amiga me dijo:
“Su príncipe azul en caballo blanco que pueda rescatarla de las garras del dragón" (que alguien me diga porque mierda tiene que ser azul..!).
Es que si ellas son complicadas hasta para comprarse un simple, caro e insignificante
string- algo que me imagino nadie y ni siquiera mucha gente se las verán- Entonces por consiguiente para elegir el novio prefecto digna de su imaginación, es otro intrinseco y complicado asunto tan comparable como el querer decifrar la famosa
E = m c2
Algo que sabemos y odiamos es que ese novio perfecto las tiene que acompañar de compras. Dios mio, nooo..! y eso es una verdad tan contundente como una catedral. Eso es algo de que ningún mortal se escapa. Es el gran show donde allí los hombres hemos, a través de siglos de evolución, desarrollado en místico arte de mentir. Es el poner esa sonrisa plastificada y arrugada cuando ella te dice..”No te parece lindo mi amor”, “Ay que bonito”, “que regios esos zapatos”. Y nosotros decimos con un contundente, seco pero convincente: “si, claro mi amor, muy bonito”. No deberíamos recibir un OSCAR por tan magistral actuación.
Dependiendo de las circunstancias; las razones para tal sumo auto-sacrificio se encuentran perfecta y cuidadosamente mimetizadas detrás de cada situación y casi todas coinciden en que es el precio elevado para conseguirlas en la cama , ganarse las disculpas después de la gran borrachera con los amigos o por ultimo después de un gran y reñido forcejeo de chantajeantes como el “Acaso ya no me quieres” ó quizás “tenemos que ir a visitar a mi mama” sucede que tenemos que canjearlo el vista a la suegra por el acompañarlas de compras ... el gran negocio...!
Si algunas mujeres esperan ser rescatadas por un príncipe, entonces surge una pregunta: ¿rescatarlas de que? ó ¿de quien?. Que yo sepa las mujeres de hoy dicen te dicen que no necesitan a nadie por que son muy independientes y pregonan el barato estribillo que no necesitan un hombre para ser felices pero contradictoriamente en el baño de mujeres se quejan y sufren de la ausencia del príncipe cuando en realidad hay mas de un hombre digno de respeto y admiración detrás de ellas; pero como dije al principio ellas son complicadas.
Entonces no importa que el gran príncipe azul, guapo, bello, valiente, elegante y en caballo blanco llegue a rescatarlas por que para ellas los hombres de hoy no son ese príncipe azul y galante que tiene la paciencia de ir de compras en su caballo blanco con la princesa. Lo mas cómico de todo es que en los tiempos de los príncipes y princesas no existían los putos Gucci, Armani ni Versace. Y el hermoso príncipe vivía en un mundo enteramente y extremadamente machista y salvaje, lo que significa que la mujer solo a cocinar, lavar, dar de comer a los puercos y mulas y esperar en casa. Además en los tiempos hadas, el príncipe no se cepillaba los dientes, (euwwwww) –la princesa tampoco- se bañaban solo los sábados (aggg), no existía el shampo (que horror) y por ultimo no alcanzo a leer el kamasutra (eso si es imperdonable..)
! Que tonta se va a querer meter a la cama con el “puto príncipe” !.
© 2007, J.L. Ramos
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