Por Rómulo Meléndez. No tengo la culpa de estar rodeado de artistas. Es más, todos mis amigos son artistas (plásticos) o intentan serlos, excepto yo. Ronald Schaap es uno de ellos. Mientras tendía la ropa en mi jardín, él pasaba cargando una gran pintura. Me gritó: voy a hacer algo diferente con ella. Espera, le dije. La observé bien y con voz militar le propuse que no cambie nada, que me gustaba. Él siguió su camino pero de pronto paró en seco e hizo una señal de cambiar de decisión. Si te gusta te la regalo, continuó.... Y ahora está aquí en mi dormitorio. Contándome cada vez que la vida es a veces un poco más que camisas blancas planchadas, corbatas y computadoras en fila. PIEZA RARA. CíRCULO D.M.
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